Prueba Renault ZOE 41 kWh. 300 km de autonomía, ¿suficiente?

El Renault ZOE fue uno de los primeros vehículos totalmente eléctricos de precio “asequible” que aterrizaba en nuestro país. Presentado hace ya unos 4 años, durante este tiempo ha ido recibiendo algunas actualizaciones para mejorar la eficiencia de su motor eléctrico, sus baterías y la capacidad de las mismas. Este otoño Renault nos informaba de la llegada de una nueva batería de 41 kWh para la nueva variante Renault ZOE Z.E. 40, que extendía la autonomía homologada hasta los 403 km. Hoy lo ponemos a prueba en el acabado Intens 40.

Pero antes de meternos de lleno con la prueba, debemos repasar mínimamente algunas de las cifras de ventas de la marca en cuanto a vehículos eléctricos se refiere. España no es un mercado que, de momento, preste demasiada atención a los vehículos totalmente eléctricos, entre otras cosas porque las infraestructuras y las facilidades a la compra son pésimas. A nuestro país han llegado unos 4.000 ZOE desde que inició su comercialización, siendo uno de los EV más vendidos en España. A nivel global se han vendido unos 50.000 Renault ZOE.

Diseño exterior

El Renault ZOE no ha sufrido cambios desde que aterrizaba hace casi un lustro. En el frontal mantiene sus formas redondeadas, la baja superficie de entradas de aire y los faros afinados. El logo de la marca se muestra de forma orgullosa, con unas grandes dimensiones. Las luces de día quedan a los extremos con una forma de media luna.

Ya en la vista lateral podemos apreciar que estamos ante un vehículo un tanto alto para la longitud de su carrocería. En comparación con su hermano Renault Clio es 11,4 cm más alto. También en el lateral podemos apreciar unas ventanillas muy altas. Como detalle, las puertas posteriores se abren apretando y tirando de una manilla que se encuentra medio camuflada en la ventanilla, algo a lo que también recurre el citado Clio. Las llantas de nuestra unidad probada tienen un acabado bitono y son de 16”, con neumáticos en medida 195/55.

La parte posterior continúa con las formas redondeadas. No es casualidad que casi toda la carrocería recurra a ello, ya que suele ofrecer menos complicaciones en materia de diseño y ruidos aerodinámicos que las formas angulosas. Una curiosidad son los pilotos de luces, que no recurren a LED para la iluminación sino bombillas alógenas, algo un tanto extraño en un coche eléctrico.

Habitabilidad

Pasamos al interior. El Renault ZOE tiene unas cotas exteriores de 4,08 metros de largo, 1,73 de ancho por 1,56 de alto. Por su parte, la batalla es de 1,55 metros. La mayor altura del exterior se refleja en el interior, ya que iremos en una posición algo más elevada de lo que lo haríamos en cualquier utilitario del segmento B. Será un punto a favor para determinadas condiciones, especialmente en ciudad, donde podremos tener una mayor percepción de las distancias en maniobras estrechas.

El espacio es bueno en las plazas delanteras; en lo habitual para este segmento. No tendremos sensación de encontrarnos demasiado cerca de nuestro acompañante ni tampoco del techo, aunque mi estatura tampoco es que sea demasiado elevada. El asiento no dispone de regulación en altura, por lo que igual una persona de 1,90 o 2 metros se encuentra algo limitada en el espacio para la cabeza.

Las plazas traseras son peculiares, y es que recordemos que debajo del piso llevamos el sistema de baterías que propulsa este coche. Esto obliga a que el suelo se encuentre más elevado. Al sentarnos notaremos que el asiento se encuentra demasiado bajo respecto al suelo en comparación con otros coches, lo que hace que nuestras rodillas queden en una posición elevada. El espacio para las rodillas será bueno, pero no así el de la cabeza que, sin ser demasiado altos, daremos con el techo. Son cinco plazas las homologadas y un detalle que no nos ha gustado en absoluto es la ausencia del reposacabezas en la plaza central.

La capacidad del maletero es de 338 litros, que para tratarse de un coche eléctrico que pasará la mayor parte del tiempo en la ciudad es una cifra más que buena. En comparación con el Clio son 30 litros más. Si abatimos los asientos hacia delante este volumen alcanzará los 1.225 litros.

Diseño interior

El interior del Renault ZOE tiene varias similitudes con el Renault Clio, como la consola central del salpicadero, el volante, las salidas de aire o los mandos de intermitentes, por ejemplo. Sin embargo nos encontramos con un cuadro de instrumentos específico y digital, de muy fácil lectura y manejo, por cierto. Todos los materiales del salpicadero serán duros, aunque algunos de mejor tacto que otros.

Los asientos, que como ya hemos comentado anteriormente, no ofrecen regulación en altura son de reposacabezas fijo, algo que puede no gustar a todo el mundo, aunque no hemos tenido problemas de confort en este sentido. Por último, destacar la palanca de la transmisión, con un diseño acertado.

Sistema propulsor

El Renault ZOE anteriormente solo estaba disponible con una batería de 22 kWh, que según el procedimiento NEDC tiene una autonomía homologada de 240 kilómetros. Ahora se añade esta otra versión denominada Renault ZOE 40, cuya batería es de 41 kWh. Esta última, la que hemos probado y la gran apuesta de Renault homologa 403 kilómetros de autonomía, aunque serán alrededor de 300 en condiciones ambientales relativamente buenas y de 200 kilómetros en unas condiciones muy desfavorables.

Respecto al rendimiento, estamos hablando de que este propulsor eléctrico genera 92 CV, entregando un par motor de 225 Nm desde parado. No tenemos datos de cuánto tarda en pasar en 0 a 100 km/h o recuperaciones; pero sí sabemos que la velocidad máxima está limitada a 135 km/h.

En cuanto a las recargas de esta batería de 41 Kwh, tardaremos 16 horas en un enchufe normal que la marca denomina Green-up si esta se encuentra totalmente descargada. Con un Wallbox (que cuesta unos 1.200 euros) instalado el 100 % de la recarga tardaría 7,25 horas y en un borne de carga rápida el tiempo total sería de 2,40 horas. Esta nueva batería solo añade 22 kilos al peso total del vehículo en comparación con la de menor capacidad.

Comportamiento

Llega el momento de comprobar qué tal funciona este Renault ZOE. Pisamos freno, botón de “Start”, palanca de cambios a la posición D, soltamos el freno de mano y… silencio. El placer de conducción que otorgan estos vehículos eléctricos es muy alto por los bajos niveles de ruido que llegarán al interior. Además, los neumáticos Michelin de mayor eficiencia (ayudan a ahorrar 6 km de autonomía) prácticamente no transmiten ruido de rodadura. El único que ruido que llega a nuestros oídos es el aerodinámico, que en nuestra unidad era algo perceptible a través de las ventanillas.

Desde parado, pisamos el pedal derecho y la respuesta es inmediata, apareciendo los 225 Nm instantáneamente y moviendo al pequeño Renault ZOE, que pesa más de 1.500 kilos, con mucha agilidad. La entrega de energía es muy buena, aunque a más de 60 o 70 km/h se nota que no responde con la misma contundencia. Por tanto, claramente donde mejor se desenvolverá este coche es en entornos urbanos, aunque tampoco le asusta la carretera ni las vías rápidas.

Por ciudad se siente un coche ágil con una gran capacidad para fluir entre el tráfico y saliendo “disparado” de un semáforo o a la hora de una incorporación a una rotonda, por ejemplo. Eso sí, se muestra demasiado “rebotón” al sobrepasar los resaltos que abundan la mayoría de localidades. En vías rápidas tendremos que tener en cuenta que no es un coche para mantener una alta velocidad de crucero, tanto por autonomía como por su limitada velocidad a 135 km/h.

No le asustarán las carreteras serpenteantes. Durante los 170 kilómetros aproximadamente de ruta pudimos intentar poner un poco en apuros al Renault ZOE y no se achantó en ningún momento. Su bajo centro de gravedad hace que muestre un comportamiento muy estable, sin apenas aparecer inercias cuando nos acercamos a sus límites. Una pena que la poca sujeción lateral de los asientos nos haga sentirnos bastante incómodos en estas situaciones, pero el coche en sí cumple satisfactoriamente.

Consumos

La marca afirma que en una conducción normal en condiciones ideales podemos conseguir una autonomía real de 300 kilómetros. Salimos con las baterías cargadas al 100 % e hicimos una ruta, por carreteras secundarias, autovía y travesías de pueblos, de 167 kilómetros de recorrido. En todo momento realizamos una conducción normal con climatizador a 22 grados y radio conectada, como con cualquier otro coche, aunque probando en ocasiones el comportamiento del motor y la motricidad, es decir, acelerando a fondo más de una vez para comprobar su respuesta.

Al final del trayecto el ordenador de abordo registraba una autonomía de 93 kilómetros. Si los resultados del marcador son 100 % verídicos, podríamos haber recorrido unos 260 kilómetros. Cierto es que es obtuvimos un resultado inferior a esos 300 kilómetros, pero en unas condiciones medioambientales en las que hubiera trabajado menos el climatizador y si no hubiéramos probado la respuesta del motor en varias ocasiones, no sería una cifra difícil de alcanzar.

Conclusiones

Este coche abre una puerta a todos aquellos que quieran mostrar realmente un compromiso con la ecología y la salud de nuestro planeta. Por sus dimensiones y tipo de conducción es un coche muy práctico para utilizar a diario si no realizamos un gran número de kilómetros y, sobre todo, si la mayoría son por ciudad.

La autonomía será más que suficiente para la mayoría de personas que busquen un coche pequeño y de diario, aunque debemos tener en cuenta que no servirá para cubrir largas distancias, es decir, para irnos de viaje con la familia a la playa desde el centro de la península.

El problema de la autonomía queda más o menos solventado, pero los problemas para cargarlo siguen presentes. En nuestro país la infraestructura para este tipo de vehículos es pésima y no todo el mundo tiene un chalet donde poder cargarlo sin problemas o una plaza de garaje en posesión. Si vives en un bloque de pisos, ¿tienes facilidad para aparcar justo debajo de tu ventana para tirar un cable? Un cable, que si vives en un quinto, igual a tus vecinos no les hace demasiada gracia verlo colgar también por enfrente de su ventana.

Se está yendo por el buen camino, pero los altos cargos políticos deberían poner de su parte si realmente tienen tantas ganas de eliminar boinas de contaminación y buscar una movilidad sostenible. Además, recordemos que actualmente no existen planes de ayudas a la compra de vehículos eléctricos.

Equipamiento

Entry

• Autonomía homologada de 240 kilómetros
• R-Link
• Climatizador automático
• Tapacubos de 15″
• Cierre centralizado
• Limitador y regulador de velocidad
• Tarjeta de apertura y arranque
• Retrovisores eléctricos
• Cargador Camaleón de 22 kWh
• Z.E. Voice

Life

• Autonomía homologada de 400 kilómetros

Intens

• Llantas de aleación de 16″
• Radio con sonido 3D
• Sensor de lluvia y luces
• Elevalunas eléctricos traseros
• Elevalunas conductor de un toque
• Retrovisores eléctricos y abatido eléctrico
• Apertura y arranque manos libres
• Sensores de aparcamiento traseros

Bose

• Asientos delanteros calefactables
• Tapicería de cuero
• Cámara de marcha atrás
• Sistema de audio premium R-Link BOSE
• Reposacabezas para plaza central

Precios Renault ZOE

Precios sin planes de ayuda por parte del gobierno, aunque con un descuento de 5.500 euros otorgado por la propia marca para este mes de febrero. La batería es de alquiler, si queremos comprarla hay que añadir 7.500 € y tendremos una garantía de 8 años o 160.000 kilómetros. En el caso de la batería de alquiler la garantía es indefinida.

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