Prueba Skoda Fabia Monte Carlo, utilitario para viajar o divertirse

El Fabia Monte Carlo es la versión más deportiva y mejor equipada del Skoda Fabia, un compacto utilitario de origen checo. Para su construcción se emplea la misma plataforma que en los Volkswagen Polo y SEAT Ibiza, sus principales rivales. Comparte con ellos multitud de componentes, aunque su diseño y posicionamiento comercial están claramente diferenciados. El Monte Carlo, que también puede considerarse un acabado dentro de la gama del Fabia, está disponible con motores de gasolina de 110 y 150 CV. Nosotros hemos probado el más potente, que no es por ello mucho más caro.

La edición en cuestión rinde homenaje al Rally de Monte Carlo, una reputada e histórica competición de automóviles que dio comienzo en 1911. Skoda, que ha tenido una presencia importante en los deportes del motor, ganó esta prueba en varias ocasiones con algunos de sus coches. Este Fabia, que tiene una variante de carreras no homologada para la calle, pretende representar la esencia de esos vehículos. Lo cierto es que, pese a que es un turismo divertido de conducir, también es cómodo, espacioso y práctico, lo que permite hacer trayectos largos con seguridad y consumos muy ajustados. Su marca pide por él un mínimo de 23.805 euros. Nos ha gustado mucho.

Un sistema de propulsión tradicional: gran equilibrio entre rendimiento y eficiencia

El Skoda Fabia Monte Carlo se puede configurar con dos motores de gasolina, ambos turboalimentados. En cualquier caso, están vinculados a tracción delantera. El básico es un tricilíndrico de 1,0 litros de cubicaje y 110 CV de potencia, mientras que el más prestacional es un tetracilíndrico de 1,5 litros y 150 CV. El primero puede asociarse a una caja de cambios manual de 6 relaciones o, por un sobrecoste de 1.400 euros, a una automática de 7 marchas que funciona mediante mecanismo de doble embrague robotizado (puede tener levas en el volante). Sin embargo, la opción de 150 CV sólo puede llevar el segundo tipo de transmisión. Es esta, tope de gama, la que hemos probado.

Con el propulsor 1.5 TSI del Grupo Volkswagen, el Fabia es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,0 segundos y alcanzar una velocidad punta de 222 km/h. Aunque no son las mejores de su categoría, son cifras de rendimiento reseñables para un utilitario de aproximadamente 1,3 toneladas en orden de marcha. Con todo, el consumo combinado que se ha logrado homologar bajo el ciclo WLTP es de 5,5 l/100 km, lo cual es poco más de lo que gasta un diésel equivalente. En la práctica, hemos obtenido una media de 6,4 l/100 km practicando diferentes estilos de conducción sobre distintos tipos de vía y con condiciones variables de carga y meteorología, de modo que se puede considerar un automóvil bastante eficiente (si bien “sólo” obtiene la etiqueta C de la DGT).

Pocos optimizan el espacio tan bien: un coche pequeño con un interior muy amplio

Un Skoda Fabia 2023 mide 4,11 metros de longitud, 1,78 de ancho y 1,46 de alto con una distancia entre ejes de 2,56 metros. En la versión Monte Carlo estas dimensiones no varían. Son las cotas exteriores propias de un compacto convencional de hace 20 años, pero los utilitarios han crecido mucho de tamaño últimamente. Como la batalla es generosa para esta categoría de vehículo, el habitáculo puede alojar a cinco adultos. Cuatro cabrán cómodamente si no superan los 1,80 metros de estatura, pues la plaza central trasera no es recomendable usarla salvo esporádicamente y para trayectos muy breves. Apreciamos que haya salidas de ventilación en la zona posterior. Las butacas delanteras, que tienen reposacabezas integrados, se pueden ajustar manualmente en todas las vías para que personas de hasta 1,90 metros vayan relativamente a gusto.

En general, la cabina del Fabia es amplia, más que la media de los turismos de esta clase. Skoda ha llevado a cabo un excelente trabajo en cuanto a la optimización del espacio. Destaca especialmente por longitud y anchura en ambas filas de asientos. La altura, en cambio, es normal y queda reducida si se instala el techo panorámico, que puede abrirse. Pese a ello, el maletero cuenta con 380 litros de capacidad, un dato volumétrico líder del segmento. Se puede ampliar hasta los 1.190 abatiendo los respaldos de las plazas traseras en una proporción 60:40 (queda una superficie bastante plana). Como referencia, un KIA Rio o un Opel Corsa, dos de sus alternativas directas fuera del Grupo Volkswagen, ofrecen 325 y 309 litros respectivamente.

Más equipamiento del que necesitas y acabados propios de una categoría superior

Otra característica del Fabia Monte Carlo es su elevada dotación tecnológica, tanto en términos de seguridad y de infoentretenimiento como de confort. De serie lleva: seis airbags, un amplio elenco de asistentes a la conducción (la mayoría de los existentes en el mercado), anclajes ISOFIX para sillitas infantiles en las plazas traseras laterales, control de presión en neumáticos, sensores de aparcamiento traseros y cámara de marcha atrás con autolavado, faros LED y antiniebla frontal, retrovisor interior y exterior izquierdo antideslumbrantes, volante ajustable en altura y profundidad, climatizador bizona, encendido automático de luces y limpiaparabrisas, lunas traseras tintadas, iluminación ambiental, reposabrazos central delantero, pedales de aluminio, dos pantallas (una de 10” para la instrumentación y otra táctil de 8” para el equipo multimedia), dos puertos USB delanteros, seis altavoces y llantas de 16 pulgadas, entre otras cosas.

No obstante, su equipamiento puede ser todavía más amplio, ya que Skoda reserva muchas opciones de personalización con sobrecoste. Se pueden seleccionar por paquetes de seguridad, de asistencia al conductor, de invierno, etc. Es el caso de: cuatro airbags más (delanteros de rodilla y laterales traseros), dos ayudas activas más (incluido el control de crucero adaptativo), faros LED dobles con luz de giro, volante calefactado y con levas para el cambio de marchas, parabrisas térmico, techo panorámico practicable, selector de modos de conducción, sensores de aparcamiento delanteros, tren de rodaje deportivo, sistema de acceso y arranque sin llave, asientos delanteros con calefacción, pintura metalizada para la carrocería, accesorios de sujeción de la carga para el maletero, dos conexiones USB traseras y una en el retrovisor, control por voz, navegación integrada, pantalla multimedia de 9”, cargador inalámbrico para teléfonos o llantas de 17 pulgadas.

En términos de materiales y ajustes empleados para su construcción, la ejecución es más que aceptable. Nos atrevemos a decir que la calidad general de los acabados del Fabia Monte Carlo está a la altura del siguiente segmento (compactos estándar de entre 4,25 y 4,5 metros de largo). Aunque abundan los plásticos, sus presencia es atractiva y su tacto agradable. La tolerancia entre piezas es pequeña y aun así no se aprecian crujidos o roces durante la circulación. Además, es un coche con una alta calidad de rodadura y que transmite una gran sensación de hermeticidad y silencio de marcha. En otras palabras, logra todas las ventajas del Polo actual, pero por menos dinero. En cambio, el sistema multimedia de este Skoda funciona mucho mejor que el de su “hermano” de Volkswagen (desconocemos el motivo). Es simple, intuitivo y bastante rápido. Cabe decir que nos encantan los detalles rojos del interior y los negros del exterior. Sugieren tanta deportividad como los asientos principales, los cuales sostienen medianamente bien el cuerpo en las curvas.

Impresiones de conducción: polifacético, seguro y placentero, sin llegar a ser un GTI

El Fabia Monte Carlo de 150 CV es un coche con un comportamiento dinámico neutro que lo convierte en un vehículo versátil con el que poder viajar cómodamente, moverse en entornos urbanos fácilmente o divertirse conduciendo, algo a lo que invita. Por supuesto, esto no es posible con menos potencia (sus prestaciones están en la “frontera” entre un turismo entretenido y uno anodino), de modo que no logramos entender cuál es el propósito del motor 1.0 TSI con 110 CV más allá de lo meramente estético y ecológico. A grandes rasgos, Skoda ha fabricado un automóvil que puede gustar a la inmensa mayoría de clientes.

La puesta a punto de la suspensión es equilibrada y resulta evidente que para su fabricación se han empleado componentes con una calidad bastante superior a la de la media de su categoría. Por ejemplo, cuando se pasa por baches inesperados, los ocupantes no acaban sacudidos, ya que los amortiguadores absorben muy bien esta clase de irregularidades. Se ha optado por un reglaje que prioriza el confort sin restar un buen grado estabilidad y agarre. Pese a funcionar con tracción delantera, no se acusa un subviraje excesivo incluso cuando se busca intencionadamente este efecto. No echamos en falta el tren de rodaje deportivo, pues de serie ya es un vehículo ágil y creemos que ese extra descompensaría sus cualidades: perdería comodidad y, por lo tanto, polivalencia.

La dirección, aunque filtra lo que ocurre debajo del tren delantero, es precisa y no tan artificial como de costumbre en un utilitario. Nos gusta. También son correctas la visibilidad y la maniobrabilidad. Las diferencias entre los modos de conducción no son grandes, pero se perciben cambios en la respuesta del volante, los pedales, el motor o la transmisión. Con el modo Eco, es posible conducir “a vela”, es decir, sin retención, maximizando la inercia cuando no se pisa el acelerador. Ayuda ligeramente a bajar el consumo en determinadas circunstancias, pero lo que más aporta en este sentido es la caja de cambios DSG, suave con baja demanda de potencia y eficaz cuando se exige mucha. Permite circular en séptima marcha a menos de 80 km/h, con el ahorro de gasolina que esto supone.

El equipo de frenado es, quizá, lo que más decepcionante nos ha parecido. Veníamos de probar un Polo GTI. Los especialistas tenemos que “lavarnos las manos” entre coche y coche para no tener nuestras percepciones viciadas por el anterior producto, pero lo cierto es que nos ha dado la impresión de que, circulando a ritmos elevados, la capacidad de deceleración de este Fabia se satura con facilidad (no más que en otros compactos pequeños). Probablemente, el motivo sea la instalación de unos frenos de tambor en el eje trasero, algo que Skoda ha querido ocultar con unas llantas casi carenadas con la excusa de la eficiencia y la aerodinámica. No es algo que un conductor que aprecia la conducción y la técnica quiera ver en un coche con aspiraciones deportivas. Tampoco comprendemos por qué la conectividad inalámbrica con teléfonos de Apple tiene un ligero sobrecoste.

Los asistentes a la conducción funcionan perfectamente. Son poco intrusivos y se pueden desconectar sencillamente. Además, en caso de accidente, la plataforma MQB, aun en su formato más corto (A0), garantizaría un nivel de resistencia a la deformación sobresaliente. Como curiosidad, gracias a la modularidad de esta arquitectura, se puede solicitar una ampliación de depósito de combustible (hasta 50 litros) cuyos efectos sobre el espacio de carga para el equipaje desconocemos. En cualquier caso, no merece la pena, ya que con el estándar de 40 litros se pueden lograr autonomías reales superiores a los 600 km sin esfuerzo. Nos encantan los accesorios de utilidad “Simply Clever” de la marca, sobre todo el rascador de hielo y el paraguas, insertados en la tapa de la boca de llenado de carburante y en el marco la puerta del conductor, respectivamente.

Precio del Skoda Fabia Monte Carlo 2023: la verdad, lo pagaríamos gustosamente

Aunque el Skoda Fabia Monte Carlo 2023 vale un mínimo de 23.805 euros, la versión que hemos probado (150 CV) arranca en 27.205 euros a fecha de la publicación de este artículo. Ese desembolso adicional nos parece imprescindible si se busca un carácter mínimamente deportivo. Tal y como está el mercado hoy en día, no nos parece un coste de adquisición descabellado si se tiene en cuenta todo lo que ofrece este coche, lo fácil de manejar que resulta, lo espacioso que es y lo bien construido que está.

Por supuesto, hay alternativas, pero no tan ajustadas y “redondas” como este utilitario checo. Algunas ya las hemos mencionado a lo largo del texto. Otras, algo más lujosas (dentro de lo que cabe en esta clase de vehículos), pueden ser las siguientes: un Peugeot 208 con 130 CV (27.390 euros), un Audi A1 con 150 CV (32.260 euros) o un MINI Cooper S 5 Puertas con 178 CV (34.150 euros).

Conclusión: enhorabuena al fabricante, no se nos ocurre un utilitario más completo

No quisiéramos pecar de lisonjeros, pero nos quitamos el sombrero con Skoda. La relación entre calidad, prestaciones, eficiencia, espacio, confort, equipamiento y precio del Fabia Monte Carlo es difícilmente superable. Mal nos sabe por SEAT, firma de origen español y que dispone del Ibiza en su gama, pues este es un utilitario casi idéntico desde un punto de vista técnico, pero que no llega al nivel de refinamiento del Fabia. Por supuesto, se trata de un turismo mejorable en algunos aspectos, pero son pocos y nunca importantes. En definitiva, consideramos inteligente su compra si eres un conductor que lo quiere todo por una cantidad de dinero comparativamente justa.