Prueba Skoda Rapid 1.6 TDI 105CV, equipamiento, precio y conclusiones

Llegamos al final de la prueba del Skoda Rapid 1.6 TDI 105CV. Tras repasar el diseño y la forma de moverse de esta pequeña berlina es el momento de repasar su gama de equipamientos y motorizaciones, así como de comentar las conclusiones obtenidas durante una semana y 1.800 kilómetros de convivencia.

Nunca podemos acudir al Skoda Rapid pensando en lujos. Se trata de un coche humilde que ofrece lo estrictamente necesario para contener costes. Ello implica que los materiales no sean lo mejor del mundo. No engaña a nadie, es un coche sincero. Quien quiera más sin salir de Skoda tiene el Octavia, muy similar en diseño pero más grande, o incluso el Superb, prácticamente una limusina.

Los puntos más destacables de esta berlina son que con unas dimensiones exteriores contenidas es un coche muy amplio por dentro, donde el único problema puede estar en la anchura. Ni por espacio para las piernas no por maletero echaremos nada en falta. Además, los motores diésel son realmente unos mecheros, aunque su imagen queda empañada por la insonorización. Los andares transmiten seguridad y es un coche muy cómodo.

En el habitáculo encontraremos materiales sencillos, plásticos duros (algunos se rayan con facilidad) y todo lo necesario para una vida a bordo cómoda, sobre todo en el nivel de terminación de nuestra unidad, que era el más alto, Elegance.

El único pero importante es el precio. Las tarifas sin ayudas ni descuentos asustan. No es tan barato como presume, sobre todo en las versiones más equipadas y potentes. Al final, si el Skoda Rapid es una opción a compra no hay que dejar de acudir al concesionario más cercano, porque ahí es donde los precios pueden resultar realmente atractivos, sobre todo en marcas como Skoda que pueden jugar con volumen.

¿Qué mecánica elegir?

La elección de una mecánica u otra será algo muy personal y dependerá de muchos factores. Habrá talibanes de la gasolina y el diésel que elijan porque sí, pero normalmente la gente elige en función de sus necesidades. Bueno, no, normalmente el comercial te acabada colando lo que él quiere venderte, que no necesariamente es lo que necesitas.

Las mecánicas diésel son muy parcas en consumos. Ya vimos ayer que era difícil superar los 6 litros de media y que es factible realizar largos viajes en autovía con consumos inferiores a los cinco litros. El problema de los diésel es que el Skoda Rapid va un poco justo de insonorización, y muchas veces nos sentiremos cual granjero con un John Deere. Por confort el motor TDI de 90CV con cambio DSG es una buena opción. La diferencia entre el TDI de 90 y 105CV ronda los 700 euros. Yo iría a por la superior, sobre todo si se acostumbra a circular cargado o por carreteras con pendientes.

En cuanto a las mecánicas de gasolina hay tres opciones. Sin duda la más interesante es el 1.4 TSI de 122CV con cambio DSG. Es ligeramente más cara que el diésel automático, pero en suavidad y andares no tiene comparación. Si queremos un Rapid automático y no recorremos muchos kilómetros al año el TSI, que en cualquier caso va a gastar más, es más interesante. No todo va de gastar de poco. Como opción intermedia está el TSI de 1.2 litros y 105CV y por debajo el 1.2 también TSI pero con 85CV, que salvo que sea para uso mayormente urbano no es un motor del todo aconsejable, merece la pena dar el salto al 105.

Frente al Citroën C-Elysée

El Citroën C-Elysée es el principal rival de este modelo. Ambos coches tienen pros y contras el uno frente al otro. El C-Elysée resulta algo más ventajoso en precio y en equipamiento de serie, pero el interior está peor acabado y no ofrece opciones. En el maletero hay mucha chapa a la vista y la tapa no es tan práctica como el portón del Rapid, además, las bisagras de esta restan espacio útil y podemos dañar la carga si no tenemos cuidado.

El único punto donde el francés gana es en la mecánica diésel. El 1.6 HDI (92CV) es más refinado que el TDI y también más progresivo, no se acusa tanto la falta de par. En mecánicas de gasolina el Citroën no tiene mucho que hacer frente a las más modernas y eficientes del Skoda.

Todos lo que concierne al Rapid es aplicable también al Seat Toledo, y en menor medida al Spaceback, el hatchback derivado de la berlina.

Tres niveles de acabado

La gama del Skoda Rapid se estructura en tres niveles de acabado: Active, Ambition y Elegance. Nuestra unidad de pruebas era un Elegance, el más completo. Si el dinero aprecia lo más lógico es optar por el más barato, pero sin duda el más equilibrado es el intermedio, Ambition. Ya incluye elementos como el control de crucero, cuatro elevalunas eléctricos y otros elementos de confort.

El Skoda Rapid también ofrece determinados opcionales según los acabados, que permiten equipar al acabado inferior con algunos elementos de los superiores, sin necesidad de tener que abonar un sobrecoste más elevado por cosas que no utilizaremos o no podemos permitirnos.

Active:

Retrovisores y tiradores de puertas en negro
Neumáticos 185/60 R15 con tapacubos
Limpiaparabrisas trasero
Asiento de conductor regulable en altura
Seis airbags (pasajero desconectable)
Tres reposacabezas traseros
ABS ESP
ISOFIX en asientos laterales traseros
Luces antiniebla delanteras
Frenos de disco traseros
Luz diurna
Start-Stop, neumáticos de baja resistencia a la rodadura y recuperación de energía (GreenTec)
Aire acondicionado
Espejos eléctricos y calefactados
Elevalunas eléctricos delanteros
RadioCD MP3 con 4 altavoces