Así es el Skoda Superb blindado: casi como un carro de combate

El extra que os traemos a continuación no es de los que se pueden encontrar en el configurador de cualquier marca. El Skoda Superb que puedes ver en la fotografía es prácticamente igual que el de cualquier concesionario, salvo que además de la pantalla táctil de ocho pulgadas, sensores de aparcamiento y climatizador, cuenta con un blindaje PAS 300 a prueba de bombas.

Como es normal, las siglas que hacen referencia al nivel de protección de este Superb no te sonarán. Como no nos suenan a la mayoría de las personas de “a pie” aunque seamos aficionados a los coches. El mundo de los vehículos a prueba de balas es un mercado relativamente hermético. Sin ir más lejos, la empresa encargada de dotar al Skoda con el blindaje PAS 300 no quiere dar muchos detalles sobre sus especificaciones “por motivos de seguridad”.

Un Superb blindado y certificado

Lo que sí se sabe es que nivel de protección de este Skoda Superb blindado le permite soportar balas de diferentes calibres (pistolas, escopetas o rifles) y hasta explosiones procedentes de bombas o misiles. En concreto el certificado PAS se obtiene superando unas pruebas en las que se evalúa la resistencia a ataques balísticos y de explosiones que puede aguantar un vehículo civil.

Casi como un carro de combate pero para calle

Desde luego, este Skoda Superb blindado no será tan resistente como los carros de combate del ejército, pero para conducirlo no se necesita el permiso tipo F exclusivo del carnet militar. Basta con tener un permiso de tipo B como en cualquier otro coche convencional. Lo mismo que ocurre con el Kia que llevará el presidente argentino.

Por lo demás, este coche está basado en la versión 2.0 TDI de 190 CV a la que seguramente se le habrá dado un extra de potencia dado el mayor peso que conllevan los refuerzos. Su precio final es en lo que menos se parece a una versión de serie, porque los 35.000 euros que costaría una unidad, pasan a ser 136.000 euros con todas las modificaciones, incluidas las luces de emergencia que lleva en los faros y la parrilla. Un precio bastante elevado que pagarán clientes VIP o los gobiernos de algunas naciones para proteger a su alto funcionariado.