Vivimos desde dentro la Mercedes-AMG Experience en el Circuito del Jarama

Mercedes-AMG ha celebrado esta semana la segunda edición de las AMG Experience en el Circuito del Jarama. El trazado madrileño ha sido testigo del disfrute de nada menos que 380 clientes españoles y portugueses, además de varios medios de comunicación como nosotros.

El equipo de la marca alemana y sus instructores nos han recibido en cuatro “estaciones” diferentes con vehículos muy diferentes, porque nos hemos puesto al volante de los Mercedes-AMG C 63, AMG GT 63, AMG EQE 53 y el nuevo Mercedes Clase G 580 eléctrico. Lo reconocemos, hemos tenido días más aburridos.

Tras una breve puesta al día de la situación de la marca en el mercado actual -por cierto, es la firma premium más vendida en España-, repaso técnico a la gama deportiva y eléctrica, cifras de ventas de diferentes modelos y algunas explicaciones de seguridad para que todo transcurra como es debido, comienza nuestra experiencia. No sin ello mencionar las características de los neumáticos Continental que nos acompañarían.

Hay que mencionar que hay tres tipos de AMG Experience, que se denominan “on track”, “on road” y “on ice”. Nosotros hemos participado en la primera, que se desarrolla en circuito. La segunda se lleva a cabo en carretera, con rutas especialmente diseñadas para gente con un estilo de vida lujoso. Por su parte, la tercera se lleva a cabo en circuitos de nieve para aprender a derrapar en las condiciones más adversas.

Divididos en pequeños grupos, nosotros comenzamos por una donde la agilidad y la precisión lo es todo. Con el eléctrico AMG EQE 53 de 625 CV nos enfrentamos a un estrecho circuito de conos donde los requisitos son no tumbar ningún cono y completar el recorrido en el menor tiempo posible. Aquí vemos la aceleración instantánea de esta berlina eléctrica y su agilidad gracias al eje trasero directriz.

Tras el modelo eléctrico pasamos a uno híbrido enchufable, el AMG C 63 S E Performance, una berlina muy deportiva con nada menos que 680 CV, un 0 a 100 en 3,4 segundos y una punta de 280 km/h. Para nosotros el trazado de 3.850 metros con 13 curvas y una recta de casi un kilómetro donde llegamos a tocar los 200 km/h. Que una elegante berlina enchufable sea capaz de ir a ritmos de infarto sorprende incluso a los que ya estamos acostumbrados a coches rápidos.

Tras un café y un breve descanso tocaba volver a la pista principal, aunque ahora a los mandos del deportivo Mercedes-AMG GT 63, cuyo motor V8 de 4 litros rinde 585 CV. No es tan potente como la berlina, pero transmite más sensaciones y resulta más rápido de reacciones. El sonido que emanan sus escapes parece traído del mismísimo infierno, o tal vez del reino de los cielos. Y sí, es realmente bonito.

La experiencia para nosotros terminaba con el Mercedes Clase G 580 EQ. Vale, no es una versión AMG, pero no recomendaría a nadie perderse esta parte porque es asombrosa la capacidad de este coche en el circuito para todoterreno que tenemos en el Jarama – Race. Ascensos vertiginosos, descensos, cruces de puentes, inclinaciones laterales superiores a 30 grados y vadeos de hasta 80 centímetros al volante de un icono del 4×4.

Sin duda alguna, uno de esos días en los que recordamos el verdadero motivo por el que nos hicimos probadores de coches, que no es ni más ni menos que disfrutar de los mismos y conocer sus límites. Ni que decir tiene que lo pasamos fenomenal y siempre con mucha seguridad.

Imágenes | Mercedes-AMG