Aston martin quiere cubrir el transporte por tierra, mar y aire. Después de la presentación de su submarino de lujo Project Neptune, la marca británica ha desvelado el Volante Vision. Un coche volador que no solo cumple las fantasías de muchos por surcar el espacio aéreo al más puro estilo de Blade Runner, sino que además será capaz de hacerlo sin piloto y de la forma más eficiente posible.
A lo largo de la historia son muchas las marcas que han presentado prototipos de lo más inverosímiles, aunque no hay que olvidar que estamos en una época en la que se está avanzando a pasos agigantados. Sin ir más lejos, Uber va por el mismo camino con la creación de sus taxis voladores para la ciudad de Dubái, cuya presentación está programada en el año 2020.
Así será el Volante Vision
El Volante Vision Concept tiene espacio para tres adultos y su misión será el transporte aéreo urbano e interurbano libre de atascos. Tendrá capacidad para despegar y aterrizar en vertical siempre que disponga de espacio suficiente en los entornos donde se mueva. Aunque como es previsible, de llegar a ser una realidad solo podrá hacerlo en los espacios destinados vehículos voladores, como son los helipuertos.
Para lograr todo lo que promete, aprovechará los últimos avances tecnológicos en ingeniería aeroespacial, motores híbridos y sistemas de conducción autónoma. De ahí la participación de la empresa aeronáutica Cranfield Aerospace Solutions, la de Rolls-Royce, que tiene sobrada experiencia en implementar sistemas híbridos en los vehículos más diversos, y la Universidad de Cranfield. Todo ello con un diseño ideado por el equipo de Aston Martin.
La tecnología de un avión
Paul Hutton, CEO de Cranfield Aerospace Solutions declaró en la presentación del Volante Vision Concept: «La introducción de tecnologías de propulsión autónoma y eléctrica en nuevos diseños de aviones es inevitable y desafiante, […] estamos entusiasmados por desempeñar este papel clave en Volante Vision Concept y así estar a la vanguardia de esta revolución del sector aeroespacial».
Híbrido de alto rendimiento
Por muy ligero que pueda ser el futuro coche volador, para levantar el vuelo necesitará una buena dosis de fuerza. Aston Martin no ha revelado ningún detalle sobre la capacidad de sus motores, pero aunque la eficiencia es su principal objetivo, los motores eléctricos tendrán que estar a la altura de los requerimientos de una aeronave.
El Director de Rolls-Royce Electrical Rob Watson dijo: «Rolls-Royce ya ha entregado sistemas híbridos eléctricos para otros vehículos, incluidos barcos y trenes, y estamos muy entusiasmados con el potencial de esta tecnología en el sector aeroespacial. Ésta es una gran oportunidad para colaborar en un proyecto pionero que utilizará tecnologías de propulsión híbrida-eléctrica de alto rendimiento, para prototipos de movilidad aérea personal que podrían transformar el futuro del transporte».
Autónomo como un Tesla
Parece que la tecnología de conducción autónoma no se limitará a los vehículos de tierra particulares como los coches de Tesla o los de Waymo. Una funcionalidad especialmente interesante, por la mayor dificultad que tiene manejar una aeronave y la cualificación que por lo tanto deberían tener los conductores. El profesor Iain Gray, Director de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Cranfield, dijo: «El Volante Vision Concept es un buen ejemplo de las capacidades únicas de Cranfield en aviación digital, sistemas autónomos y electrificación de la industria aeroespacial».
Habrá que esperar unos años para ver si Aston Martin convierte el Volante Vision Concept en un modelo de producción. Desde luego, empresas como Uber están demostrando que hay interés en conseguir vehículos de transporte personal aéreo, aunque de «coche volador» les quede ya poco. Sea como sea, todo es posible si Aston Martin recibe los fondos y el apoyo suficientes para su proyecto.
Si quieres ver cómo avanzan los vehículos voladores, échale un vistazo al Hoversurf Scorpion. Una moto voladora que usa la tecnología de estabilización de los drones para transportar a una persona por el aire.
