Más de una vez hemos mencionado que el sector del automóvil está presente en gran parte de nuestras vidas. Una de las facetas más curiosas tiene que ver con el desarrollo de vehículos destinados al uso de celebridades varias. De sobra son conocidas las lumusinas de Hollywood o los modelos blindados que emplean los políticos de medio mundo. Pero los que más llaman la atención son los vehículos que usa para su desplazamiento el Papa.
Los papamóvil han servido para que su Santidad pueda darse baños de masas sin que por ello corra peligro su integridad física. Uno de los últimos modelos en llegar a su parking privado fue una unidad del Dacia Duster de anterior generación. Ahora recibe a un nuevo integrante, un Toyota Mirai de hidrógeno. Este regalo ha surgido de la iniciativa de la Conferencia Episcopal Japonesa y le fue entregado hace unos días en un acto protocolario.
El Toyota Mirai no ha gozado del éxito comercial que se merecía
En la ceremonia estuvieron presentes el Reverendo Padre Domenico Makoto Wada, en representación de la Conferencia Episcopal Japonesa y su Excelencia el Sr. Seiji Okada, Embajador de Japón ante la Santa Sede. En representación de Toyota, hubo una delegación compuesta por seis personas, encabezada por Miguel Fonseca, Vicepresidente Senior de Toyota Motor Europa, y Mauro Caruccio, CEO de Toyota Motor Italia.
El Toyota Mirai de hidrógeno que ha estrenado el Papa Francisco es una de las dos unidades fabricadas por la firma. La razón para su desarrollo y montaje tuvo lugar en el viaje que el Santo Padre realizó en noviembre del pasado año 2019 a Japón. La denominación comercial «Mirai» significa en japonés «Futuro» y es un concepto que entronca a la perfección con la implicación medioambiental del Papa Francisco.
Con todo, las modificaciones que recibe el Mirai son importantes. Alcanza los 5,1 metros de longitud y 2,7 metros de alto (incluido techo y mampara protectora). A nivel técnico no presenta cambios significativos pues el sistema de pila de combustible permite recorrer unos 500 kilómetros con un depósito de hidrógeno. Por último, cuenta con diferentes elementos decorativos como el escudo de la Ciudad del Vaticano acabados en dorado.
Fuente – Toyota