Pérdida de la potencia del coche: causas y soluciones

Motor con pérdida de potencia

Ya sea por el paso del tiempo o por algún defecto que salga a la luz, un motor puede sufrir una pérdida de potencia que haga que nuestro coche ya no sea el mismo de siempre. Las causas de este problema pueden ser muchas, pero si se tienen unas cuantas nociones de su funcionamiento, se puede acabar dando con el problema.

Para hacernos una idea de dónde viene la pérdida de potencia que se da en nuestro coche, hay que conocer los elementos básicos que intervienen en un motor de combustión. Algo que no es ni mucho menos complicado a los niveles necesarios para este artículo y que, si tenemos suerte, puede ahorrarnos algún que otro viaje al taller.

Entender qué puede causar la pérdida de potencia es fácil

Como todos sabemos, en las cámaras de combustión se da una mezcla de combustible y aire, que tras un proceso químico crea una explosión de gas que mueve el pistón. Es bueno saber que ese proceso químico es provocado por las chispas de las bujías en los motores gasolina y por la presión en los diésel. Sabiendo este simple proceso, se pueden deducir las condiciones necesarias para que no haya pérdidas de potencia.

Estos son: que llegue suficiente aire y/o combustible, que los elementos que provocan la reacción química funcionen bien y de forma coordinada y que el cilindro sea estanco para que no se le vaya la fuerza por donde no debe, en lugar de para mover el pistón. Todo ello sin perder de vista la tan común electrónica de los coches modernos, que a base de sensores, actuadores y otros sistemas, puede dar algún que otro disgusto.

Qué descartar primero con la pérdida de potencia

Frenos

Claro está, que hay otros elementos que pueden hacer que el coche tenga menos empuje, pero no serán cosa del motor y sus componentes. Estos pueden ser piezas del tren de rodaje como los rodamientos, unos frenos mal posicionados que tocan los discos o un cable del freno de mano tan tensado que roce aun con la palanca abajo del todo.

Todo esto es fácilmente descartable antes de ponerte a buscar otros problemas. Basta con dejar de acelerar cuando lleguemos a cierta velocidad en llano y poner el punto muerto. Si cualquiera de estos elementos frena el coche lo suficiente como para que notes que el motor empuja menos, se notará incluso más cuando el coche vaya solo por inercia.

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Qué es lo que puede causar la pérdida de potencia

Ahora vamos a ver las partes del motor que pueden causar la pérdida de potencia, porque como ya te hemos dicho, si hay suerte y es algo que podemos solucionar nosotros mismos, podemos ahorrarnos el dinero de llevarlo al taller.

Uno de los motivos más frecuentes es tener algún problema en el suministro de aire. El motor no tiene suficiente oxígeno para quemar el combustible y pierde potencia. Esta carencia puede ser por varios motivos y a continuación te detallamos los más frecuentes. Claro está, empezando por los que se pueden solucionar sin conocimientos de mecánica.

Inyectores sucios

Los inyectores sucios es una de las principales causas de la perdida de la potencia

Éste es uno de los motivos más habituales de aumento de consumo del coche y de pérdida de potencia. Algo frecuente en los motores de inyección directa, como son los diésel y cada vez más gasolina. Por ejemplo, los motores GDI o los TSI del grupo Volkswagen. La solución es fácil y barata cuando no están gravemente obstruidos. Basta con usar algún limpiador de inyectores específico para el tipo de motor que tengas. Se pueden comprar en gasolineras, tiendas especializadas en motor y supermercados tipo gran superficie (Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés…).

Es recomendable utilizarlos periódicamente para mantener el sistema de inyección de tu coche en buenas condiciones de funcionamiento. Aunque quizá no es necesario hacerlo con tanta frecuencia como indican los fabricantes de estos líquidos en las instrucciones que vienen detrás.

Si los inyectores están obstruidos más allá de lo que pueden solucionar estos productos limpiadores, hay tratamientos que pueden hacer en algunos talleres. Aunque lo más habitual es no llegar a ello, si mantienes bien tu coche.

Filtro del aire

Filtro de aire

Todo el aire que entra en el motor pasa por un filtro para evitar la entrada de impurezas. Puede que esté taponado por la suciedad acumulada con el tiempo o porque hayamos circulado en zonas con una cantidad muy grande de polvo o humo. Si es así, tu motor no “respirará” adecuadamente y no le llegará suficiente oxígeno para quemar el combustible, con la consiguiente pérdida de potencia.

Solución: Tú mismo puedes comprobarlo abriendo la tapa donde está alojado para ver si el filtro está taponado. Cambiar el filtro de aire suele ser muy barato y puedes hacerlo tú mismo. Debes asegurarte de que sea el modelos correcto para tu coche. No te recomendamos que te decantes por los más baratos.

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Algunas personas estiran la vida útil del filtro sacándolo y golpeándolo contra una superficie sólida para extraer parte de la suciedad. Puedes probar haciéndolo. Aunque es mejor poner uno nuevo.

Algunas personas quitan el filtro, asegurándose de estar en una zona con la menor polución o polvo posible en el ambiente, para circular un momento sin él. Si la pérdida de potencia ha desaparecido, se ha dado en la techa y se puede comprar uno nuevo por poco dinero para solucionar el problema. Aunque te lo desaconsejamos, porque pueden entrar impurezas en el motor.

Caudalímetro

Es la pieza encargada de medir el flujo de aire que llega al motor y trabaja conjuntamente con la centralita del coche. En caso de que mida mal la cantidad de aire, el problema suele ser detectado por la unidad de control del motor, que comienza a funcionar en modo de emergencia, algo que limita la potencia que puede desempeñar el motor.

Solución: el caudalímetro suele estar cerca de la entrada de aire del motor donde está el filtro. Para solucionarlo, muchas veces basta con una llave de allen y un limpiador para quitarle las impurezas que provocan su mal funcionamiento. En caso de tener que sustituirlo, puedes comprar uno por precios que van desde los 30 a los 80 euros, dependiendo del coche que tengas. En el vídeo de un minuto que está encima de estos párrafos puedes ver lo fácil que puede llegar a ser acceder al caudalímetro.

El turbo

Turbo

Si tu coche tiene turbo, puede que éste no suministre el suficiente aire a presión al cilindro y el motor se muestre más perezoso. Si está roto la pérdida de potencia será muy drástica. Si tu coche tiene un turbo de geometría variable (como la mayoría de los diésel actuales) y notas que tu coche pierde potencia en rangos de revoluciones donde antes sí rendía bien, puede que los álabes se hayan atascado. Aun así, lo normal es que la unidad de control del motor detecte el mal funcionamiento y, al igual que con el fallo del caudalímetro, entre en modo de emergencia.

Sensor del turbo

De nuevo aquí puede ser una cuestión más electrónica que mecánica. Más de una vez, el turbo funciona correctamente, pero el sensor que mide sus revoluciones es el que da problemas. Este sensor, indica a qué velocidad gira el turbo para mantenerlo bajo control.

Por ejemplo, el sensor del turbo es el que indica a qué revoluciones gira para saber cuando cambiar la geometría de sus aspas. También se encarga de indicar cuándo llega a las máximas revoluciones aptas para que no se estropee, y que no sigan aumentando. Si funciona mal, puede desembocar en el deterioro del turbo o su rotura, pero de nuevo la unidad de control del coche suele detectarlo y entrar en modo emergencia para no llegar a esos extremos.

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El turbo y sus sensores son una causa muy común de pérdida de potencia

Bomba de combustible

Una de las razones para que el combustible no llegue adecuadamente, puede ser un fallo en la bomba de combustible. Ésta permite trasladar el «líquido de dinosaurio» desde el depósito al motor. En caso de que este mecanismo falle, en muchas ocasiones se intenta arreglar, ya que una bomba nueva tiene un coste muy elevado.

Como a veces el combustible posee impurezas o agua y con el fin de que salvaguardar los inyectores, el sistema responsable de suministrar el combustible, posee una serie de filtros con muy bajas tolerancias. Si los filtros se obstruyen, el combustible no llegará al motor y el coche se parará. Depende del fabricante, pero hay filtros que hay que cambiar cada 30.000 kilómetros aproximadamente y tienen un costo aproximado de unos 20 euros.

Marcas con menos probabilidad de pérdida de potencia

Como te podrás figurar, hay mucha diferencia de fiabilidad entre unas marcas y otras. Incluso en las averías que pueden causar la pérdida de potencia del motor (que ya pueden ser algo serio). Una buena guía para saber cómo están las casas en este apartado es la Encuesta de Fiabilidad y Satisfacción 2020 de la OCU. En el siguiente vídeo te contamos como está el ranking en estos apartados:

Tal como puedes ver en el vídeo, hay más de una sorpresa negativa en la relación entre fiabilidad y precio de algunas marcas. Además, también se pueden ver ejemplos de todo lo contrario, con algunas casas baratas, pero que aun así tienen coches que no visitan mucho el taller.

Si te fijas en el Top 5 de fiabilidad, puedes ver que es fácil encontrar marcas fiables, pero que no cuestan mucho dinero. Al menos, si no se llega a las posiciones más altas, que sí están ocupadas por coches caros o muy caros.  Si te decantas por alguna marca de este Top 5, las probabilidades de que tu coche pierda potencia por alguna avería o por el paso del tiempo, serán mucho menores.

Otras razones de pérdida de potencia

Bujías

Las bujías pueden ser la causa de la pérdida de potencia

En caso de que las bujías tengan un mal funcionamiento, éstas no producirán la chispa adecuadamente y la explosión no será correcta. Este fallo puede ser causado a una mala conexión de los cables de las bujías o incluso, debido a impurezas en la cabeza de las mismas (residuos, carbonilla, óxido, desgaste, aceite…). Cambiarlas tú mismo sí es una operación que requiere conocimientos de mecánica y herramientas adecuadas. Te recomendamos que vayas a un taller si ese es el motivo de la pérdida de potencia de tu motor.

Descompresión de cilindros

Una mala lubricación de todo el sistema o una descompresión de los cilindros también te pueden acarrear perdidas de potencia. En caso de una mala lubricación, el motor tendrá más rozamiento, y le costará hacer más su trabajo además de sufrir de un desgaste prematuro de las piezas… Si lo que ocurre es que los cilindros sufren de descompresión, esto puede deberse a un fallo en la válvula de escape o la rotura de algún aro o junta.

Estiramiento de la cadena de distribución

Aunque teóricamente las cadenas de distribución están pensadas para que duren mucho, las hay que se acaban estirando con el paso de los años. Cuando ocurre esto, uno de los primeros síntomas que se detectan es un «claqueteo» metálico al arrancar, que desaparece a los minutos. Se puede confundir con el sonido producido por los taqués hidráulicos por falta de lubricación, que también es muy común al arrancar, pero que dura menos tiempo.

Cuando la cadena se estira un poco más, se nota una pérdida de potencia del motor. Quizá acompañada del mismo ruido más acusado y que dura más rato. Si esta avería se agrava, lo normal es que aparezca el símbolo de aviso de fallo motor y que se note una gran pérdida de potencia. Esta falla también puede llegar a causar una desincronización entre árbol de levas y cigüeñal lo suficientemente grande como para dañar seriamente el motor y dejarlo inservible.

Correa motor coche
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Problemas en el control de estabilidad

Una avería en el control de estabilidad puede causar pérdida de potencia del coche

Puede parecer que no tiene nada que ver, sin embargo, hay coches que si detectan un fallo en el sistema de ESP o ABS, limitan la potencia del motor. En ese caso, lo más común es que se te haya encendido un testigo en la instrumentación. Normalmente es un coche con un par de líneas onduladas debajo.

Imágenes – Foto 2: Peter Anderson; Foto3: Ian Muttoo;  Foto 4: Paul L Dineen;  Foto 5: BoostinChick


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