El caudalímetro del coche: qué es, cómo funciona, averías y soluciones

El caudalímetro es una pieza que se encarga de medir la cantidad de aire que entra en el motor y de enviar los datos a la centralita. Actualmente se puede encontrar en vehículos diésel y gasolina, aunque no en todos.

En este artículo te vamos a contar todo sobre este componente del motor. Desde su funcionamiento, hasta las averías más comunes, pasando por lo que puedes hacer para limpiarlo o sustituirlo.

Qué es y para qué sirve el caudalímetro

El caudalímetro es un sensor que mide la cantidad de aire que entra en el motor, para que la centralita sepa qué cantidad de combustible debe inyectar para que se queme todo. De lo contrario no se conseguiría una mezcla correcta entre oxígeno y combustible (mezcla estequiométrica). La proporción correcta en condiciones ideales para un motor de gasolina es de 14,7 gramos de aire por cada gramo de combustible (14,7/1).

Gracias a esto se consigue quemar toda la mezcla para alcanzar un buen rendimiento y eficiencia, además de evitar emisiones excesivas. Algo que ocurre cuando la proporción entre aire y combustible es incorrecta.

Dónde está el caudalímetro

Normalmente está situado en el tubo de admisión, a continuación del filtro del aire. Lo podemos distinguir fácilmente ya que lleva una conexión eléctrica que se encarga de enviar la información relativa a la cantidad de aire que pasa por la admisión, a la centralita del motor.

¿Cómo funciona el caudalímetro?

El funcionamiento de los caudalímetros actuales es muy sencillo. Cuenta con un hilo de metal que se calienta a una temperatura determinada y trata de mantenerlo constante. Cuanto más aire pasa, más se tiende a enfriar el hilo y más corriente eléctrica necesita para mantenerlo caliente. De esa manera hay una relación entre cantidad de aire y corriente eléctrica, que es lo que usa el sensor para saber cuánto aire entra en el motor.

Sin embargo, su funcionamiento no se queda ahí, porque los cambios en la temperatura de aire podrían alterar la medición. No es lo mismo aire entrando a 0ºC que a 40ºC, ya que una misma cantidad de aire enfriaría más o menos el hilo. Por eso los caudalímetros también tienen un termómetro que añade la temperatura del aire a los datos y así poder ofrecer una medición precisa a la centralita.

La información que envía el caudalímetro es analizada por la centralita del motor y, según unos parámetros preestablecidos, se ajusta el combustible inyectado en los cilindros para una mejor combustión. Gracias a esto, también se ahorra combustible y se consigue reducir la contaminación. Al igual que el caudalímetro, en esta operación también intervienen otros sensores repartidos por el motor que ofrecen otros datos relevantes.

Tipos de caudalímetros

Existen dos tipos de caudalímetros que se diferencian por su funcionamiento, antigüedad, precisión y fiabilidad. Estos son:

• De mariposa: se usaban en los sistemas de inyección mecánicos y funcionaban gracias a piezas móviles. De ahí que fuesen más grandes y más susceptibles de sufrir una avería. Contaban con una válvula de tipo mariposa que se abría más o menos en función del aire que entraba. El sensor sabía la posición de la mariposa gracias a una resistencia variable. Este sistema es mucho menos preciso que los actuales.
• De hilo caliente: se usan en los sistemas de inyección electrónicos y por lo tanto todos los turismos de hoy en día. Su funcionamiento es el que hemos descrito en el apartado anterior.

Averías en el caudalímetro

Al no tener piezas móviles y tener una electrónica muy sencilla, las averías en el caudalímetro en sí son muy raras. Éstas pueden venir de un defecto de fábrica, de manipular el caudalímetro sin cuidado o de la suciedad acumulada que aísle el hilo caliente. Los problemas con el caudalímetro se agrupan en dos:

• El caudalímetro no comunica con la centralita: en estos casos o los cables se han desconectado en algún punto o el sensor ha dejado de funcionar por un defecto o una manipulación indebida. Trata de ajustar el caudalímetro y sus conexiones bien.
• El caudalímetro da valores incorrectos: en este caso suele ser por la suciedad aislando el hilo. Aquí puede ser un filtro de aire malo que haya dejado entrar polvo polución en exceso u óxido por demasiada humedad o agua. Además, también es fácil confundir una fuga de aire con un caudalímetro averiado. La centralita recibe una cantidad del aire medida por el caudalímetro, pero luego llega menos al motor, porque se va por una fuga de alguna junta o manguito. También puede salir aire por una válvula EGR averiada que no se llega a cerrar y deja un paso abierto entre el colector de escape y el de admisión.

En cualquier caso, los síntomas más comunes de este tipo de averías es que se encienda el testigo de motor, un ruido anómalo en el ralentí del motor y revoluciones irregulares, más gasto de combustible, pérdida de potencia y humo de un color diferente. También hay coches a los que les cuesta arrancar o ni siquiera logran hacerlo.

Cómo cuidarlo

Las piezas clave para no causar averías en el caudalímetro son el filtro de aire y el aceite del motor. Un filtro de aire de calidad evitará que entren residuos que se adhieran al hilo caliente.

En cuanto al aceite, debes saber que los gases que produce se introducen en la admisión para ser quemados y así evitar un tipo de emisiones muy nocivas. Si el aceite está muy mal, estas emisiones pueden ser perjudiciales para el caudalímetro de la misma forma que el exceso de suciedad antes mencionado.

Lo siguiente que debes tener en cuenta es que cuanto menos se toque mejor. Así las conexiones no se dañarán y los cables no perderán contacto en ningún sitio. Sobra decir que no conviene limpiar el motor con agua a presión porque puedes dañar alguna conexión y puede entrar agua donde no debe creando óxido que hará que el caudalímetro deje de funcionar bien. Si vas a limpiar el motor, hazlo de la siguiente forma para evitar daños:

Qué pasa si se estropea al caudalímetro

En caso de que falle el caudalímetro, la centralita lo detecta y sigue funcionando, pero lo normal en los coches modernos es que entre en modo emergencia. A la hora de conducir, se notará que el motor pierde potencia y le cuesta más responder. Para estar seguros, es aconsejable acudir con el vehículo al taller, donde nos diagnosticarán con la máquina de diagnosis si realmente está fallando el caudalímetro.

Si se sigue circulando con un caudalímetro en mal estado se pueden causar averías mayores. Un motor funcionando con una mezcla de aire incorrecta genera emisiones que pueden dañar los sistemas anticontaminación. Además de que puede generar más calor del debido haciendo sufrir más a otros componentes como la junta de la culata, los pistones y sus segmentos.

Cambiar o limpiar un caudalímetro

En algunas ocasiones solo se trata de una mala conexión y es suficiente con volver a colocarlo bien. Sin embargo, si el problema es que está sucio, se puede tratar de limpiar con un producto para sensores de masa de aire. Aun así, debes tener en cuenta que los caudalímetros suelen tener una función de autolimpiado parecida a la de los hornos domésticos modernos, es decir, pirólisis.

Si el problema es otro y hay que cambiarlo podemos hacerlo nosotros mismos porque es muy sencillo. Simplemente debemos desconectar el conector eléctrico y quitarlo del resto del tubo con la ayuda de unas llaves. Esta tarea nos llevará aproximadamente un cuarto de hora o media hora dependiendo del modelo.

Precio de un caudalímetro

Si es el caudalímetro el que está fallando, será necesario sustituirlo por otro, ya que es una pieza que no tiene reparación. El precio de uno nuevo puede oscilar enormemente, ya que existen muchos modelos. Suele oscilar entre los 15 euros y los 120 euros. En ocasiones podemos acudir a una casa de recambios, donde lo podemos encontrar más económico que en el servicio oficial.

No todos los coches tienen caudalímetro

La información que debe recibir la centralita para que el motor funcione bien es muy extensa y viene de varios sensores. Tanto es así que hay coches que no necesitan de un caudalímetro porque consiguen todo lo necesario con otros. Por ejemplo, los hay que usan un termómetro y sensor de presión (también llamado MAP).

De todas formas el caudalímetro es un componente muy común y se puede encontrar en la mayoría de los coches con motor térmico. Principalmente porque es barato de fabricar y muy fiable.