Mientras que todas las marcas de automóviles apuestan por la sobrealimentación en la gran mayoría de sus vehículos, Mazda parece nadar a contracorriente con sus coches de gasolina. Hoy nos ponemos a los mandos de un modelo que ya teníamos muchas ganas de probar a fondo. Se trata del nuevo Mazda3 en carrocería de 5 puertas y con el motor Skyactiv-G de 122 CV, el cual se beneficia de la etiqueta Eco de la DGT. Esta unidad viene con el acabado Zenith y el paquete Safety Black.
El nuevo compacto de Hiroshima está disponible tanto con una carrocería de 5 puertas -más deportiva y juvenil-, como con una de estilo berlina con tres volúmenes y 4 puertas -más elegante-. En las siguientes líneas te vamos a hablar sobre su diseño, su espacio interior, el maletero, la oferta mecánica disponible, sus prestaciones y ficha técnica, así como las impresiones al volante y sensaciones que nos ha transmitido. No nos olvidamos de los equipamientos y, por supuesto, de sus precios. ¡Empezamos!
¿Un coche o una escultura?
Iniciamos nuestra prueba del Mazda3 hablando de su diseño exterior. Como veis, es un coche con mucha personalidad en ese sentido. No se parece a ningún modelo de la competencia y, a mi forma de ver, es un coche bello, muy bello. Además, el color Soul Red Crystal le aporta un toque muy sensual jugando con los reflejos.
Y es que Mazda nos está acostumbrando a unos diseños bastante sensuales. En este caso es una nueva evolución del famoso diseño Kodo, el cual irá llegando progresivamente al resto de modelos según se vayan actualizando. Apuesta por la simplicidad y formas suaves en la carrocería, creando esculturas muy fluidas y naturales.
En el frontal, la parrilla negra brillante toma protagonismo, siendo de gran superficie y transmitiendo una sensación de 3 dimensiones porque el borde superior queda por delante de ella. Destaca también el “bigote” que la cubre por debajo y comunica los faros (que de serie son de LED), también muy elegantes. En estos paragolpes predomina la suavidad, fijaos en sus formas.
Es en la vista lateral donde mejor se aprecia esa fluidez que antes mencionaba. Si te fijas, la silueta del coche es muy, muy suave desde que nace en el frontal hasta que muere en la retaguardia. El techo tiene una caída progresiva y a ello ayuda también el alerón superior acabado en negro brillante. Si nos fijamos en las aletas y puertas, no hay ni rastro de nervios de tensión, simplemente es una superficie ligeramente curva. Las llantas, por cierto, son de 18 pulgadas en este acabado Zenith.
Pero no acaba ahí. También debemos destacar que la superficie acristalada es bastante pequeña. Fíjate en lo pequeñas que son las ventanillas, especialmente las traseras. Por otro lado, el pilar trasero también es muy grande, quedando ahí demasiada “chapa” a la vista, algo que no me ha convencido demasiado. Además, como veremos más adelante, esto repercute negativamente en el interior y durante la conducción.
Yéndonos a la parte trasera de la carrocería, nos encontramos nuevamente con líneas muy suavizadas. Los pasos de rueda son muy abultados, quedando una boca de carga que parece más estrecha de lo habitual. También destaca el elegante diseño de sus pilotos de LED. En la parte inferior del paragolpes aparece un plástico en negro brillante y dos salidas de escape reales que incrementan la deportividad del coche. Reconozco que estas colas de escape me gustan.
Con un interior sencillo, elegante y de alta calidad
Ya en el puesto del conductor, en este Mazda3 es fácil encontrar una posición de conducción agradable y cómoda sea cual sea tu talla. El asiento tiene buenos reglajes (eléctricos), incluyendo el apoyo lumbar, y el volante ha incrementado su ajuste telescópico hasta los 7 cm. El cinturón de seguridad también puede ajustar su altura. Por cierto, esta unidad trae asientos de cuero negro y dos posiciones de memoria para el conductor.
La postura al volante es bajita, es decir, vamos un poco más cerca del suelo que en muchos otros compactos y con las piernas más estiradas, lo que incrementa la sensación de deportividad. Los asientos son bastante cómodos y recogen bien en las curvas. Mazda afirma haber trabajado mucho en la ergonomía de las butacas, y parece que ese trabajo ha dado buenos resultados. ¡Punto positivo!
¿Qué más nos encontramos? Bueno, pues si en el exterior hablábamos de un diseño elegante y muy fluido, en el interior se repite. Además, es muy minimalista. No hay demasiados botones, solo los justos y necesarios, y todo queda bien ordenado y a mano. El climatizador es muy sencillo e intuitivo, con dos ruletitas para cambiar la temperatura.
Por otro lado, el volante tampoco está saturado de botones. Utilizar estos mandos es sencillo y tardamos poco en ubicarlos y, por lo menos a mí, me parece bastante elegante. Su tacto transmite una alta calidad por los materiales utilizados, siendo un tanto fino.
A diferencia de otras marcas, Mazda no busca una imagen interior muy tecnológica. Por ejemplo, el cuadro de instrumentos es bastante clásico, aunque completo. Tenemos un reloj físico para el cuentarrevoluciones en el lado izquierdo, dos más pequeños a la derecha para la temperatura del refrigerante y el nivel de combustible, mientras que en la parte central hay una pantalla de 7 pulgadas que muestra las informaciones de viaje justas, integrando en ella también la velocidad.
Entiendo que haya clientes a los que les apasione la tecnología y prefieran un cuadro de instrumentos totalmente digital y con muchas opciones de personalización, como los utilizados por Mercedes o por el Grupo Volkswagen. Cada cual tiene sus gustos, pero Mazda dice que este tipo de sistemas distraen al conductor. La idea de la compañía japonesa a mí, que no soy un especial amante de las tecnologías, no me parece mala.
Y no me parece mala, entre otras cosas, porque de serie todos los Mazda3 traen un Head-Up Display. A diferencia de la generación anterior, ahora ya no se proyecta sobre un pequeño plástico. En el vemos las informaciones de velocidad, programación del limitador y regulador de velocidad y también las indicaciones de navegación. Todo bien centrado y sin desviar, en absoluto, la vista de la carretera ni un instante.
Desplazando nuestra mirada hacia el centro del salpicadero, allí encontramos una pantalla de infoentretenimiento a color de 8,8 pulgadas, que también es de serie con Apple CarPlay y Android Auto. Anteriormente las pantallas de Mazda tenían mala calidad de imagen, especialmente a la hora de mostrar la cámara de marcha atrás. Sin duda, el salto ha sido muy importante en esta nueva generación.
En este caso, y también con el objetivo de no distraer al conductor, el manejo de la pantalla no es táctil. Todo se controla, fácilmente, desde un sencillo mando giratorio y unos botones de acceso directo a los menús principales, ubicándolos en la zona central, donde cae muy a mano para gestionarlo con nuestra mano derecha. La verdad es que es bastante sencillo e intuitivo. Por cierto, con el acabado Zenith nos acompaña un equipo de sonido Bose con 12 altavoces y subwoofer en el maletero.
Por lo demás, la sensación de calidad en el interior de este nuevo Mazda3 es muy alta. La gran mayoría de materiales tienen buen tacto y aspecto visual. Todo está bien ordenado, hay muchas partes acolchadas, hay un buen número de huecos para dejar pequeños objetos. Además, también tenemos tomas USB y de 12 voltios. Vaya, que cuenta con todo lo necesario hoy en día.
Lo que no me gusta nada -y ya me vais a llamar pesado por repetirlo en muchos coches probados- es el plástico negro brillante, conocido como Piano Black. Bajo mi punto de vista, creo que es el único punto negativo que pondría a la parte delantera del habitáculo. Ya sabéis que además de ser muy sucio, se araña con facilidad. En el caso de esta unidad, que tiene muy pocos kilómetros, ya está bastante feo por tener muchos arañazos. Una pena…
El Mazda3 no es demasiado espacioso
Como he citado antes, las plazas delanteras son suficientes para adultos de tallas normales y el puesto del conductor tiene buenos reglajes para adaptarse a prácticamente cualquier persona. Así que, directamente nos subimos en las plazas traseras.
¿Qué tal se va aquí detrás? Pues la verdad es que si buscas un coche que sea espacioso en la segunda fila, el Mazda3 no es la mejor opción. Más bien es un poco justo. El espacio para las piernas es suficiente para adultos de tallas normales, pero si rondamos o superamos el 1,80 de altura, es más que probable que rocemos con las rodillas en el asiento delantero y con la cabeza en el techo. Esto se debe a las formas en el diseño exterior. Además, la poca superficie acristalada y el techo en color negro tampoco ayudan a crear una sensación de amplitud.
Como punto positivo, la firma japonesa no ha escatimado en los materiales utilizados en estas plazas traseras. Los tapizados de las puertas y guarnecidos tienen un tacto muy agradable, manteniendo varias superficies mullidas. El respaldo de la plaza central se convierte en reposabrazos con dos portabotellas. Sin embargo, no hay ni salidas de aire, ni tomas USB o de 12 voltios aquí detrás, algo que sí deberíamos encontrar. Veamos el maletero.
Maletero por debajo de la media
El maletero del Mazda3 tampoco es de los mejores. Su volumen es de 358 litros hasta la altura de la bandeja, por lo que queda un poco por debajo de la media de la categoría. Tampoco es que sea diminuto, pues la diferencia con un Volkswagen Golf o Ford Focus es prácticamente inapreciable a simple vista. Eso sí, no tenemos la opción de colocar el piso en dos alturas. Bajo la moqueta se ubica el subwoofer del equipo Bose.
No quería finalizar este apartado sin hablaros de un detalle. Cuando abrimos el portón, en el borde del mismo, aparece un botoncito con el símbolo de un candado cerrado, por lo que podríamos pensar que sirve para el cierre automático del maletero. Pero no, este coche no cuenta con portón automatizado. Sirve para cerrar todo el coche una vez bajemos el portón del maletero. Creo que es un error, porque si lo pulsas y tienes las llaves dentro… la habrás liado. Esto ocurrió a unos compañeros durante la presentación internacional de este modelo.
De momento, dos motorizaciones. Pronto llegará el Skyactiv-X de 180 CV
La gama mecánica del Mazda3, por el momento, es limitada. En diésel nos ofrece el motor 1.8 Skyactiv-D de 116 CV, mientras que en gasolina podemos optar por el 2.0 Skyactiv-G de 122 CV. En estas dos mecánicas la tracción siempre es al tren delantero y el cambio manual, pudiendo escoger opcionalmente una caja de cambios automática en la mecánica de gasolina.
En solo unos días llegará al mercado el esperado 2.0 Skyactiv-X, un motor revolucionario que utiliza encendido por compresión y que desarrolla 180 CV. Tenemos muchas ganas de echarle el guante, pero todavía tenemos que esperar unas semanas para que llegue ese momento.
Mazda3 2.0 Skyactiv-G 122 CV: datos y prestaciones
La unidad probada lleva el motor 2.0 Skyactiv-G de 122 CV, es decir, la motorización de gasolina. En este caso, con cambio manual. Cabe destacar, como hemos dicho al inicio de esta prueba, que se trata de una mecánica de admisión atmosférica; es decir, no tiene sobrealimentación. Esto, como veremos más adelante, tiene sus peculiaridades a la hora de conducir.
Se trata de un bloque de 2 litros con cuatro cilindros y alta relación de compresión. Además, es un microhíbrido de 24 voltios, por lo que cuenta con la ansiada etiqueta Eco de la DGT. Desarrolla 122 CV a 6.000 vueltas y un par motor máximo de 213 Nm a 4.000 rpm. Homologa un consumo mixto de 6,4 litros, alcanza los 197 km/h de punta y tarda 10,4 segundos en hacer el 0 a 100. Para ahorrar algunas décimas de combustible también tiene desconexión de 2 de sus 4 cilindros cuando no demandamos mucha potencia. Vamos con el comportamiento dinámico.
Al volante: Si ya estás acostumbrado a los turbo, cuidado
Anteriormente os había comentado que los motores de gasolina empleados por Mazda no tienen turbo, son atmosféricos. Esto significa que tienen un carácter distinto a los coches sobrealimentados, ya que su zona de máximo par se encuentra más arriba. Se traduce en que hay que llevarlo más alto de vueltas para extraer un buen rendimiento.
En la zona baja del tacómetro tiene un par motor suficiente para moverse con agilidad por la ciudad sin necesidad de estirar las marchas. Sin embargo, en carretera hay que utilizar la palanca de cambios con mayor frecuencia. Para mantener una velocidad estable no hay problema, pero hay que tenerlo en cuenta a la hora de realizar adelantamientos o de incorporarnos a vías rápidas, donde conviene bajar una o dos marchas y revolucionar bien el motor; especialmente si viajamos cargados y/o con varios ocupantes.
¿Es esto un problema? Bueno, dependerá de tus gustos. A mí no me lo ha parecido porque me gusta mucho conducir y no me importa tener cambiar de marchas, entre otra cosa porque el tacto de la palanca del cambio es delicioso. Pero claro, para alguien que ya esté acostumbrado a los motores turbo y que tampoco le guste demasiado conducir tendrá la sensación de que el coche “no anda”.
Como decía, tenemos que adaptarnos a su condición de motor atmosférico. Con este coche no vale acelerar a fondo en carretera a 2.000 vueltas. No tendremos una respuesta enérgica. Si quieres que recupere bien, toca bajar marchas para obtener una respuesta gratificante.
El punto positivo es que en marchas cortas, callejeando, su funcionamiento es más suave y progresivo que los motores turbo. Además, la respuesta es instantánea, olvidándonos de un posible turbo-lag. El sonido del motor también es bastante más dulce. En cualquier caso, si no te gusta cambiar de marchas, siempre puedes optar por la caja de cambios automática y te olvidas del pedal de embrague y de andar subiendo y bajando velocidades.
Por otro lado, este motor lleva un sistema de desconexión de cilindros. Se activa de forma automática y totalmente imperceptible para el conductor cuando conduce a una velocidad estabilizada y no muy alta. En estos casos, desactiva los cilindros 1 y 4 para reducir ligeramente los consumos de combustible.
Siguiendo con el comportamiento dinámico, el Mazda3 es un coche que pese a no ser un deportivo -tampoco es que lo pretenda-, es muy agradable de conducir. Como he dicho antes, tiene un buen tacto del cambio, el sonido del motor atmosférico es bastante bonito, la dirección es rápida y transmite información sobre el agarre en el tren delantero.
También me ha gustado el tacto del pedal de freno. Estamos acostumbrados a que la frenada esté muy asistida y que el pedal esté muy blandito, con un primer tramo “de aproximación”. En este caso está un poco más duro de lo normal y sin ese primer recorrido muerto, lo que nos permite modular con mucha precisión la frenada. De todos modos, no pienses que hay que hacer mucha fuerza para detener el coche, ni mucho menos.
La suspensión sujeta muy bien la carrocería cuando practicamos una conducción dinámica en zonas de curvas. Aunque permite un rápido paso por curva sin que aparezcan claros signos de balanceo, luego resulta ser muy cómoda en todo tipo de trayectos. No es seca en ningún momento y eso que llevamos llantas de 18 pulgadas. En autopista a alta velocidad también se muestra muy aplomado, dando bastante confianza al conductor.
Una de las desventajas del Mazda3 de 5 puertas a la hora de circular, especialmente en ciudad, es que debido a su diseño exterior tienen una mala visibilidad hacia detrás. Gracias a las cámaras, que por cierto han mejorado mucho en calidad respecto al predecesor, y a los sensores de aparcamiento podemos guiarnos bien. Sinceramente, no sé si me hubiera “apañado” igual de bien a la hora de aparcar sin estas ayudas. Y es que, como digo, la visibilidad es muy, muy justa.
Y ahora toca hablar de consumos, probablemente la parte que más interesa a muchos de vosotros. Este Mazda3 2.0 Skyactiv-G de 122 CV se conforma con unos 6 o 6,2 l/100 km cuando viajamos por autovía respetando el límite de 120 km/h. Nuestra media en uso mixto tras una semana de pruebas ha sido de 6,5 l/100 km, lo que no está nada mal para un coche de gasolina con motor atmosférico de esta categoría.
Conclusiones
Tras todo lo anterior, que no ha sido poco, llega el momento de pararse a pensar y sacar conclusiones. El Mazda3 de gasolina en cinco puertas es un coche con un exterior que destaca por su belleza, aunque penaliza en la visibilidad y espacio interior. El interior no es muy amplio, pero tiene un alto nivel de calidad en prácticamente todos sus componentes.
Por otro lado, no tiene mucha “tecnología visible” en el sentido de grandes pantallas por todos lados. En Mazda han apostado por un diseño minimalista, sencillo, lógico y, sobre todo, inteligente. Dicen que uno de los motivos es evitar que el conductor se distraiga con elementos prescindibles.
Respecto al comportamiento dinámico, es un coche que transmite buenas sensaciones de conducción en todos los trayectos, mucho más que la mayoría de sus rivales, y todo ello manteniendo un alto nivel de comodidad. Bajo mi punto de vista, esto es muy de agradecer porque la mayoría de coches actuales están muy filtrados. En este caso sí tenemos un buen feeling con el coche.
El tema del motor atmosférico es algo delicado, pues para mí tiene su encanto que haya que jugar un poquito con el cambio, aunque esto es algo que a la mayoría de conductores no terminará de convencer porque ya estamos acostumbrados a los motores turbo y su respuesta. Si te gusta conducir, puede que te enamores de su conducción; si solo quieres el coche para ir de un punto a otro, probablemente no te convenza.
Si hablamos de algunos de sus rivales, por segmento y calidad interior y demás se puede situar a la altura de los Mercedes Clase A, BMW Serie 1 y Volkswagen Golf. El Mazda tiene a su favor que desde el nivel de acceso ya tiene algunos sistemas y elementos que no son habituales en modelos similares. En generalistas hay mucha competencia, como los Ford Focus, Seat León, Hyundai i30 y compañía.
Respecto a los precios, el Mazda3 arranca en 23.415 euros con esta misma mecánica. Si lo configuramos con el nivel de acabado Zenith (que es el que hemos probado) supera ligeramente los 26.000 euros. El precio de esta unidad, sumando todos los extras, es de 30.230 euros. Echa un vistazo a los equipamientos de cada acabado, que es otro de los aspectos más destacados del modelo japonés.
Equipamientos Mazda3
Origin
- Pantalla de 8,8 pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto
- Radio digital DAB, MZD Connect, 8 altavoces, USB y Bluetooth
- Volante multifunción
- Aviso y prevención de cambio involuntario de carril
- Control de ángulo muerto y detector de tráfico trasero
- Freno de estacionamiento eléctrico
- Frenada automática de emergencia con detección de peatones
- G-Vetoring Control Plus
- Control de crucero adaptativo
- Detector de fatiga
- Reconocimiento de señales de tráfico
- Asistente inteligente de velocidad
- Alarma
- Sensores de aparcamiento traseros
- Retrovisores exteriores con ajustes eléctricos, plegado automático y calefacción
- Luces largas automáticas
- Faros delanteros y pilotos traseros de LED
- Sensores de lluvia y luz
- Spoiler de techo en negro brillante
- Llantas de aleación de 16 pulgadas
- Elevalunas eléctricos en las cuatro ventanillas
- Pantalla de 7 pulgadas en el cuadro de instrumentos
- Toma de 12 voltios
- Head Up Display
- Ordenador de a bordo
- Arranque por botón
- Reposabrazos central trasero
- Climatizador automático bi-zona
Origin-X (añade a Origin)
- (Solo disponible con Skyactiv-X)
- Cristales traseros oscurecidos
- Firma lumínica trasera
- Faros Smart Full LED adaptativos, luces diurnas de LED y firma lumínica LED delantera
- Pilar B en Piano Black
- Llantas de 18 pulgadas
- Head Up Display de proyección en parabrisas
- Tirador guantera cromado
Evolution (añade a Origin)
- Sistema de navegación
- Retrovisor exterior lado del conductor con oscurecimiento automático
- Sensor de parking delantero y trasero
- Control de luces de largo alcance
- Cámara de marcha atrás
- Acceso inteligente sin llave
- Head Up Display proyectado en el parabrisas
Evolution-X (añade a Evolution)
- (Solo disponible con Skyactiv-X)
- Faros Smart Full LED adaptativos con luces diurnas LED y firma lumínica LED
- Iluminación interior trasera de LED
- Llantas de 18 pulgadas
Zenith (añade a Evolution)
- Llantas de aleación de 18 pulgadas
- Equipo de audio Bose con 12 altavoces
- Faros Smart Full LED adaptativos con luces diurnas LED y firma lumínica LED
Zenith-X (añade a Zenith)
- (Solo disponible con Skyactiv-X)
- Llantas de aleación de 18 pulgadas (Black metallic)
Precios Mazda3 5 puertas
Motor | Cambio | Tracción | Acabado | Precio |
---|---|---|---|---|
Motor | Cambio | Tracción | Acabado | Precio |
2.0 Skyactiv-G 122 CV | Manual 6v | Delantera | Origin | 23.415 € |
1.8 Skyactiv-D 116 CV | Manual 6v | Delantera | Origin | 25.415 € |
2.0 Skyactiv-X 180 CV | Manual 6v | Delantera | Origin X | 28.065 € |
2.0 Skyactiv-X 180 CV | Automático 6v | Delantera | Origin X | 29.865 € |
2.0 Skyactiv-G 122 CV | Manual 6v | Delantera | Evolution | 24.315 € |
2.0 Skyactiv-G 122 CV | Automático 6v | Delantera | Evolution | 26.115 € |
1.8 Skyactiv-D 116 CV | Manual 6v | Delantera | Evolution | 26.315 € |
2.0 Skyactiv-X 180 CV | Manual 6v | Delantera | Evolution X | 28.965 € |
2.0 Skyactiv-X 180 CV | Automático 6v | Delantera | Evolution X | 30.765 € |
2.0 Skyactiv-G 122 CV | Manual 6v | Delantera | Zenith | 26.115 € |
2.0 Skyactiv-G 122 CV | Automático 6v | Delantera | Zenith | 27.915 € |
2.0 Skyactiv-X 180 CV | Manual 6v | Delantera | Zenith X | 29.465 € |
2.0 Skyactiv-X 180 CV | Automático 6v | Delantera | Zenith X | 31.265 € |
2.0 Skyactiv-X 180 CV | Manual 6v | Integral AWD | Zenith X | 32.965 € |
2.0 Skyactiv-X 180 CV | Automático 6v | Integral AWD | Zenith X | 34.765 € |
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 4.5 estrellas
- Excepcional
- Mazda3 2.0 Skyactiv-G 122 CV Zenith
- Reseña de: Diego Ávila
- Publicado el:
- Última modificación:
- Diseño exterior
- Diseño habitáculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- Mecánica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Diseño exterior
- Tacto y comportamiento dinámico
- Calidad interior
Contras
- Espacio en las plazas traseras
- Maletero por debajo de la media
- Prestaciones a bajas y medias rpm