Al contrario de lo que algunas personas piensan, los caballos fiscales de un vehículo no son una unidad física de potencia. Son simplemente un valor que indica cuánto hay que pagar en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica de España y muchos otros países.
Los caballos fiscales o CVF vienen indicados en la Tarjeta de la ITV del Vehículo, en el apartado de Potencia Fiscal (CVF). Justo después se indica la potencia expresada en kW, que sí es una unidad de medida usada en física y que sí expresa la potencia real del motor. Sin embargo, ésta no tiene ningún efecto en el impuesto que pagamos.
Qué son exactamente los caballos fiscales o potencia fiscal
La potencia fiscal o caballos fiscales de un vehículo es un número que se obtiene con la cilindrada del motor. Por eso intervienen valores como el diámetro de los cilindros, la carrera del pistón y el número de cilindros. Cuanta más cilindrada, más caballos fiscales.
En los motores eléctricos y de combustión rotativos se obtiene con su potencia efectiva. Otro valor, que tampoco tiene que ver con la potencia máxima del vehículo sobre el que se haga el cálculo.
Convertir caballos fiscales a kW o CV
En realidad, tratar de obtener la potencia real de un motor a partir de los caballos fiscales es un absurdo. Como te hemos dicho antes, los caballos fiscales no son una medida física que indique la potencia real del coche. Por lo tanto, no es un valor compatible que se pueda cambiar de unidad de medida. De ahí que no tenga sentido preguntar: «¿cuántos caballos fiscales son 110 CV?» Simplemente no hay correlación.
Como la potencia fiscal está relacionada con la cilindrada del coche, solo antiguamente podría tener alguna correspondencia con algunos motores atmosféricos. Aun así, no se podría hacer una conversión exacta, ya que hay otros muchos factores que influyen en la potencia real del coche además de la cilindrada. Por ejemplo, el número de revoluciones por minuto (rpm) que puede alcanzar el motor o la relación de compresión.
En los motores eléctricos o rotativos de combustión tampoco se puede realizar esta conversión, porque sus caballos fiscales se obtienen con la potencia efectiva. Un valor que tampoco tiene nada que ver con la potencia máxima del coche en CV o kW. Más abajo te detallamos más sobre los caballos fiscales de estos tipos de motores.
Lo que sí se puede convertir sin problemas son los kW en CV y viceversa. Basta con multiplicar los kW por 1,36 y obtendrás los CV de tu vehículo. Obviamente, si quiere convertir CV en kW, solo tienes que dividir los CV entre 1,36 y conseguirás los kW.
Cómo calcular los caballos fiscales de cualquier coche
Método 1
Calcular los caballos fiscales de cualquier modelo es muy sencillo con este método. Basta con usar la cilindrada del motor en lugar de los valores que te hemos mencionado antes (carrera de pistón y diámetro del cilindro). Unos datos que no son tan fáciles de saber para todo el mundo. El cálculo es el siguiente:
Ejemplo: Seat León TSI 1.4 2009
- Cilindrada: 1.390 cm³
- Nº de cilindros: 4
(1390 / 4)0,6 x 0,08 x 4 = 10,70
Nota importante: Todos los coches y motos actuales tienen motores de cuatro tiempos, para los que hay que usar el valor 0,08 que aparece en la fórmula. Si se quiere realizar este cálculo para un motor de dos tiempos hay que usar el valor 0,11.
Como apunte de interés, la cilindrada del motor dividida por el número de cilindros es la cilindrada unitaria el motor. Un valor que se usa en ingeniería de motores que representa el volumen de un solo cilindro. Que se obtiene con la fórmula: π x (diámetro del cilindro²/4) x carrera del pistón. Una fórmula común para obtener el volumen de un cilindro. En la cilindrada, quedan fuera elementos como la cámara de combustión o el resto del cilindro hasta donde no baja la cabeza del pistón.
Método 2
Si quieres calcular los caballos fiscales a la antigua usanza, la fórmula en la que se usan la carrera del pistón y el diámetro del cilindro es:
Usando el mismo ejemplo de antes: Seat León TSI 1.4 2009
- Diámetro de los cilindros: 7,65 cm
- Carrera de los pistones: 7,56 cm
- Nº de cilindros: 4
(0,785 x 7,652 x 7,56)0,6 x 0,08 x 4= 10,70
¿Y qué pasa con los eléctricos y los motores rotativos?
En el caso de los eléctricos el cálculo es mucho más sencillo. Basta con dividir la potencia efectiva entre 5,152. Esta potencia es la que determine el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Se obtiene sumando las potencias máximas mantenidas durante 30 minutos de todos los motores eléctricos que tenga el vehículo.
Como ya habrás podido deducir, aunque el cálculo es más sencillo, tiene la complicación extra de tener que encontrar la potencia efectiva del modelo en cuestión. Algo que no viene en la ficha técnica del vehículo y que tampoco publicitan las marcas. Se trata de un valor que aparece en la ficha de homologación.
La ventaja es que la mayoría de los ayuntamientos están aplicando reducciones impositivas para los vehículos eléctricos e híbridos. Normalmente se aplica un descuento del 75% en toda la vida del vehículo para los eléctricos puros y durante seis años para los híbridos y movidos a GLP, GNC o GNL. Pero es mejor que consultes en el ayuntamiento que te toque, porque puede ser diferente.
Los motores rotativos también tienen su propia forma de obtener los caballos fiscales y es exactamente la misma que en los motores eléctricos. Es decir, dividir la potencia efectiva entre 5,152. Sin embargo, actualmente hay muy pocos coches con este tipo de motor.
Imágenes 2,3 y 4 – GotCredit, Henry Burrows, Jordi Domènech i Arnau