Prueba Toyota GR Supra A90 3.0 Turbo 340 CV Auto 8v

Prueba Toyota GR Supra exterior

Ni más ni menos que 17 años ha tardado Toyota en poner a la venta un sucesor del mítico Toyota Supra mkIV. La marca japonesa nos tiene acostumbrados a eficientes coches híbridos diseñados para exprimir toda la energía de cada gota de gasolina a ritmo tranquilo. En esta ocasión cambiamos totalmente de tercio: diseño impactante, biplaza, potente motor turbo y tracción trasera con autoblocante. ¿Se puede pedir más? Así es el nuevo Toyota Supra A90. ¡Vamos a probarlo!

Prueba Toyota GR Supra vista trasera

La herencia de una saga

Si corre algo de gasolina por tus venas fácilmente tendrás numerosos recuerdos asociados a la palabra Supra, más allá de aquella unidad vestida con pegatinas y pintura naranja que apareció en Fast&Furious.

En esta ocasión el denominado modelo A90 ha sido desarrollado en conjunto con BMW hasta el punto de compartir muchísimos elementos. Afortunadamente, la presentación del producto y la puesta a punto final siempre corre a cargo de cada marca, siendo evidente que Toyota se lo ha tomado muy enserio.

Su “equivalente” BMW Z4 no es un coche que desmerezca en absoluto, pero realmente espero del nuevo GR Supra algo más que un Z4 con un envoltorio japonés. El diseño exterior del Supra A90 deriva claramente del prototipo Toyota FT-1 Concept que vimos en Detroit en el 2014.

Prueba Toyota GR Supra vista lateral

Uno de los puntos clave del modelo que hoy probamos respecto al anterior Supra mkIV A80 es que pierde la banqueta trasera, pasando de cuatro plazas en 2002 a las dos plazas del modelo actual. Un punto más de exclusividad en un mercado en el que incluso escasean las carrocerías de tres puertas.

A modo de curiosidad, tanto el Toyota GR Supra como el BMW Z4 roadster salen de una planta austriaca que no pertenece ni a BMW ni a Toyota, sino a una tercera empresa llamada Magna Steyr que desde los años cincuenta produce vehículos tanto de sello propio como para otras marcas. De dicha empresa han salido coches tan dispares como el Mercedes SLS AMG y el Jeep Commander, por poner un ejemplo.

Prueba Toyota GR Supra trasera

Diseño rompedor

Cuando cruza ante nuestros ojos un coche con semejante diseño es imposible no seguirlo con la vista hasta perderlo en la lejanía. Es el momento de posicionarse: ¿te gusta o te parece una aberración? Con un aspecto japo tan marcado que derrocha personalidad no puede haber medias tintas. En mi caso lo tengo claro: ¡me encanta!

La presencia es impactante: futurista, tecnológico… y a la vez rudo gracias a la pintura gris mate de nuestra unidad de pruebas que le otorga cierto aire a “Batmovil”. Dicho sea de paso, este color corresponde a una tirada limitada de 90 unidades las cuales ya estaban todas vendidas desde prácticamente el primer momento de ver la luz. Si lo tuyo es pasar desapercibido el GR Supra no es tu coche, te lo aseguro. Y no importa el color con que lo vistas.

Técnicamente hablando tiene explicación la forma tan peculiar de su carrocería, y no es más que la búsqueda de un reparto de pesos del 50% en cada eje. Por eso vamos sentados tan atrás, prácticamente sobre el eje trasero, compensando en parte el larguísimo morro.

Prueba Toyota GR Supra

Ya que hablamos de soluciones técnicas deberás saber que gran parte de las rejillas de aire que adornan la carrocería del GR Supra no son más que eso, simples adornos sin ninguna función más que la de imprimir un aspecto aún más deportivo a este coupé. Y es que además allá donde mires te encontrarás con una rejilla ya que se encuentran repartidas casi por todo el coche: capó, paragolpes frontal, línea lateral, aletas traseras, paragolpes traseros, etc.

Quedan muy bonitas, pero sinceramente prefiero mirar a otro lado. Por ejemplo, al imponente difusor posterior que, junto a los labios laterales y el lip del paragolpes delantero, a buen seguro aportan algo más que estética.

Prueba Toyota GR Supra asientos

Un interior ya conocido

Al abrir la puerta de la angulosa y marcada carrocería es cuando resulta más evidente la colaboración entre BMW y Toyota, ya que el Supra toma infinidad de elementos del conocido descapotable alemán. Casualmente el último vehículo de este tipo que he tenido la suerte de probar ha sido el último BMW Z4 Roadster, con lo cual las comparaciones son inevitables, no por ello odiosas. Una de las grandes ventajas de compartir interior con la marca bávara es sin duda la calidad de terminación y ensamblado, aparte de poder beneficiarse de equipamientos tecnológicos en los que sinceramente el fabricante alemán destaca.

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La habitabilidad interior, tirando una vez más de tópicos, es para tallas alemanas y no japonesas, es decir, puede albergar adultos de tamaño considerable sin problemas. En mi caso mido 1,80 metros, peso casi 90 kg y me sienta como un guante. Otro punto que ayuda enormemente a la sensación de espacio son los asientos con reglaje eléctrico en anchura: perfectos para conducción deportiva sin agobiar en largos desplazamientos. Es algo así como cuando te aprietas el cinturón para salir en la foto del bautizo y te lo aflojas en el banquete.

Prueba Toyota GR Supra interior

Personalmente me ha encantado la posición de conducción: muy baja, piernas estiradas, caderas bien apoyadas, volante alto con múltiples reglajes, asientos con memoria y toda la información básica que necesitas de un vistazo en la pantalla digital de 8,8 pulgadas. Dicha pantalla resulta muy vistosa con el cuentarrevoluciones, el velocímetro y la marcha engranada destacando, pero echo de menos algún dato más como la temperatura y presión de aceite por ejemplo. Desde luego no son imprescindibles en un coche moderno por muy deportivo que sea, pero ayudan a ambientar la experiencia de conducción.

A nivel de acabados y calidad de ensamblado no hay ninguna pega. Nuestra unidad de pruebas tiene los asientos completamente tapizados en cuero, resultando espectaculares al ojo y como siempre, con las ventajas e inconvenientes que todos conocemos del cuero (frío en invierno, calor en verano, deslizan ligeramente en las curvas…).  Otros compañeros han probado una tapicería mixta de cuero y alcántara que quizá sea más agradable al tacto y ayude a que el cuerpo no deslice en conducción deportiva.

El ajuste de todas las piezas del interior es muy bueno y vistoso gracias en parte a las piezas rematadas con fibra de carbono. En marcha algún crujido se escucha pero no podemos pedir milagros en un coche apoyado en una suspensión tan rígida. Nada preocupante en cualquier caso.

Razonablemente práctico

Como en cualquier coupé de este estilo, la mayor limitación para el uso diario es la posición de conducción tremendamente rebajada y muy atrasada (vas casi sentado en el eje trasero) lo que limita enormemente la visibilidad en cruces. Cuando comienzas a poder ver en sentido perpendicular a la marcha hace rato que has asomado el morro al carril, más aún si hay algún vehículo aparcado u objeto alto. Dado lo bajo que vas sentado, cualquier cosa se convierte en “objeto alto”.

Prueba Toyota GR Supra

También los relativamente largos voladizos del vehículo para la escasa altura libre nos obligarán a prestar atención para no rozar al pasar desniveles tales como rampas de parking. Sería una pena dañar los espectaculares lips, labios y difusores de los que presume este Toyota GR Supra. Y posiblemente tengan una reparación poco barata…

Por lo demás la habitabilidad es suficiente para viajar holgado, no hay sensación de agobio, el maletero resulta válido para dos personas (290 litros con formas no muy aprovechables y varios huecos dispersos por el habitáculo) y asombrosamente la suspensión filtra mucho más de lo esperado en viajes largos. Te lo digo yo que recorrí casi 500 km el primer día, incluyendo la sesión de fotos.

Prueba Toyota GR Supra

Teniendo en cuenta los neumáticos de perfil bajo y la postura de conducción es fácil pensar que nos vamos a partir la espalda… pero nada más lejos de la realidad. La amortiguación variable tiene dos modos de funcionamiento, resultando el ajuste «normal» perfectamente apto para largos viajes por todo tipo de vías sin que nos resintamos.

Una vez sentado y acomodado en el puesto de conducción me fijo en algunos detalles más, como por ejemplo los pespuntes que adornan el salpicadero, la zona semi acolchada para sujetarnos con la rodilla derecha en la consola central o el enorme apoyabrazos central que impide «molestos contactos» con tu acompañante. Dicho reposabrazos es además un buen cofre que permite vaciarnos los bolsillos de objetos que molesten o distraigan de lo que realmente hemos venido a hacer: conducir este Toyota.

Prueba Toyota GR Supra puesto conduccion

¿Sensaciones? Sí, por favor

Nada más pulsar el botón de arranque el coche nos vuelve a sacar una sonrisa gracias al “simpático” saludo que emite el motor a través de los escapes. ¿Racing? Sí. ¿Algo artificial? Posiblemente también, pero bendito efecto placebo. El sonido que sí parece 100% natural es el petardeo de los escapes y el ronroneo a seis cilindros en línea cuando circulamos a ritmos tranquilos.

Prueba Toyota GR Supra

El motor es un seis cilindros en línea de tres litros sobrealimentado con turbo que ofrece nada menos que 340 CV entre 5.000 y 6.500 revoluciones y 500 Nm desde solo 1.600 revoluciones. Este motor no es nuevo ya que lo podemos encontrar en coches tan dispares como el BMW Z4 M40i, el M240i y el BMW Serie 5 540i.

Resulta destacable lo bien que sienta este motor a cualquiera de los cuatro coches mencionados, encaja perfectamente en cada filosofía. Esto es debido a que se trata de una mecánica muy llena en cualquier régimen, con una respuesta milimétrica a las ordenes del acelerador y sin ningún tipo de altibajo ni tirón.

Prueba Toyota GR Supra

Personalmente creo que le viene como anillo al dedo a este GR Supra. Y es que tiene tanta potencia, tan dosificable y el coche se sujeta tan bien que será el sentido común, la prudencia y el respeto a los demás conductores lo que nos pongan límite en carretera, y no las posibilidades del vehículo.

Todo este torrente de potencia llega exclusivamente a las ruedas posteriores a través de una caja automática de 8 velocidades firmada por ZF con posibilidad de accionamiento manual a través de levas o de la palanca. Pese a que no tiene un funcionamiento tan “telepático” como el que ofrecen algunos coches de la competencia, su manejo no tiene pegas. Suficientemente rápido pero a la vez suave cuando se requiere. Tampoco hay pegas para maniobrar a baja velocidad ni muestra síntomas de fatiga cuando se le exige a fondo de forma continuada.

Siempre teniendo en cuenta el tipo de coche del que hablamos, puedo decir que en autovía el coche es un auténtico devorador de kilómetros con el que viajar a cualquier ritmo sin exigir al conductor ni fatigar a los ocupantes. El ruido de rodadura es todo lo bueno que se puede esperar de un coche calzado con un perfil bajo de 275 mm de ancho detrás y además el motor rueda bajo de vueltas en octava velocidad por lo que la acústica no será un problema.

Por su parte, la dirección tiene el aplomo y autoguiado suficiente como para no tener que hacer continuas correcciones en el volante y la suspensión contiene los rebotes de tal manera que no pierde la trayectoria al pasar por juntas de dilatación a alta velocidad. Sinceramente no me esperaba este comportamiento de Gran Turismo y tanta capacidad para viajar por amplias carreteras.

Prueba Toyota GR Supra

Salimos de la autovía y nos metemos en una nacional con poco tráfico, ambiente donde el GR Supra se desenvuelve a la perfección. Da igual si vamos en modo automático o preferimos llevarlo en manual con cualquier velocidad engranada porque el motor nos brinda unas recuperaciones y aceleraciones tan impresionantes que el resto del tráfico queda literalmente pulverizado. Tú eliges: estirar marchas o simplemente hundir el pedal; la respuesta es excelente.

Toyota GR Supra: un coche que requiere educación

Pero este coche es mucho más que un potente motor. A medida que la carretera se va retorciendo y las curvas cerradas se van sucediendo es cuando realmente empezamos a atisbar de lo que va a ser capaz este coche. El motor empuja mucho -muchísimo- por lo que la velocidad a la que llegas a la siguiente curva es impresionante.

Pero además el coche se agarra y la dirección que en autovía me pareció tener ajuste turístico se convierte en un preciso tiralíneas con el que guiar el eje delantero sin ningún tipo de duda o mal gesto. Rápidamente empezamos a tener la impresión de ir acercándonos al límite del coche pero… ¡qué va! El Toyota GR Supra siempre admite más…. Y más…. Y más… Es un coche que exige que nos conozcamos muy, muy bien para mínimamente enseñarnos hasta dónde puede llegar.

Prueba Toyota GR Supra

No hay que engañarse, se trata de un coche potente apoyado sobre un generoso calzado (Michelin Pilot SuperSport con homologación específica) por lo que no podemos esperar que sea sencillo de conducir a ritmos muy altos. Sinceramente el coche asusta por lo rápido que puede ser en manos de cualquier conductor sin apenas esfuerzo, eso sí, con las ayudas electrónicas conectadas.

Si cometemos la osadía de desconectarlas nos tendremos que pelear con un eje trasero que tracciona y empuja como un demonio pero que si comienza a deslizar… más vale que no levantes mucho el acelerador porque como el eje recupere el agarre repentinamente, prepárate para contener el latigazo.

Gracias al gran par motor resulta relativamente sencillo que las ruedas traseras pierdan agarre en aceleración por lo que en ningún caso recomiendo desconectar el ESP en carretera abierta. Si nos pasamos con el acelerador y el coche comienza a deslizar lateralmente el ESP actúa de inmediato y de forma claramente perceptible para el conductor. Afortunadamente no deja el coche “clavado” en curva pero sí nos obsequia con uno o varios tirones bruscos. A mayor velocidad del vehículo más suave resulta la intervención.

Prueba Toyota GR Supra

Toyota ha incluido tres grados de asistencia a la estabilidad: todo conectado (lo normal), control de tracción desactivado y todo desactivado. En el modo «control de tracción desactivado» el ESP sigue funcionando aunque con algo más de margen. Incluso el control de tracción funciona, aunque de forma muy aletargada. El modo «todo desactivado» no he tenido ocasión de exprimirlo a fondo, pues no he rodado en circuito. En mi opinión el modo «todo conectado» es suficientemente eficaz incluso para una conducción muy agresiva en carreteras ratoneras.

Los frenos me parecen muy potentes y tras un duro castigo por puertos de montaña no han dado ni un síntoma de fatiga. Mi compañero Diego Ávila, que pudo probar una unidad en el circuito del Jarama, dijo que sí llegó a recalentarlos. En carretera desde luego en mi opinión cumplen de sobra. Como mucho, hubiera deseado un poquito más de mordiente inicial, nada que no se solucione jugando con pastillas de diferentes calidades.

Resumiendo, un coche capaz de rodar a ritmos altísimos sin mucho esfuerzo y con gran margen de seguridad, pero que requiere manos muy expertas para sacarle todo el jugo. Si desconectamos las ayudas su conducción se asemeja bastante a un “old-school” con reacciones rápidas y bruscas ante los excesos del conductor.

Prueba Toyota GR Supra

Conclusiones

Toyota ha hecho un gran trabajo al poner un deportivo de estas características en el mercado. Puede ser estéticamente discutible (a mí me gusta) pero lo que resulta indiscutible es que nos están ofreciendo un coche muy rápido, ágil, seguro, bien equipado y de conducción adictiva. Un coche de los que quedan pocos en el mercado.

Curiosamente Toyota considera que venderá alrededor de 50 unidades al año de su GR Supra en nuestro país. Entonces… ¿Cuál es el problema? Pues posiblemente el precio y es que necesitaremos desembolsar alrededor de setenta mil euros para hacernos con uno, y con ese precio el Toyota GR Supra ya está coqueteando con otros deportivos míticos como por ejemplo el Porsche Cayman.

España es un país de “marquitis” y lucir en el capó el símbolo de Toyota cuando puedes comprarte por menos dinero un BMW M2, un Jaguar, casi optar a un Porsche o lucir el extraño y exclusivo Alfa 4C, la batalla se complica. Las carteras menos pudientes tendrán en cuenta también que cuesta la friolera de 25.000€ más que un Nissan 370Z Nismo.

El GR Supra solo se vende en España en su versión más potente. Quizá si hubiera dado la posibilidad de montar el motor 2 litros turbo que también lleva el Z4 por un precio inferior fuera posible verlo más por la calle. Pero…quizá entonces no fuera tan rápido ni exclusivo. Cuestión de marketing supongo, pero personalmente estoy encantado de que Toyota nos siga ofreciendo este tipo de coches.

Muy equipado de serie

Prueba Toyota GR Supra

Con el nuevo Toyota GR Supra no nos romperemos demasiado la cabeza en el configurador puesto que las versiones y opciones son extremadamente limitadas. De hecho salvo la edición limitada de la versión que hoy probamos, en el resto de la gama lo único que podemos elegir es el tono de la pintura, añadiendo 1.100€ a la factura si la elegimos metalizada.

La parte buena es que este deportivo trae de serie el equipamiento digno de una berlina de alta gama actual, sin escatimar en ningún sistema de seguridad o infoentretenimiento. Entre otras cosas, de serie tenemos:

  • Llantas forjadas bitono de 19 pulgadas
  • Cambio automático de 8 velocidades con levas en el volante
  • Frenos con pinzas de color rojo
  • Escape deportivo con doble salida de escape
  • Diferencial trasero activo
  • Luces de LED adaptativas
  • Cámara de marcha atrás
  • Suspensión adaptativa variable
  • Tapicería interior en Alcantara (no es la que aparece en estas fotos)
  • Detalles interiores en carbono
  • Asientos calefactados, con soporte lumbar y ajustables eléctricamente
  • Reglaje de asientos y espejos con memoria
  • Pantalla de 8 pulgadas
  • Cuadro de instrumentos de 8,8 pulgadas
  • Navegador con servicios conectados
  • Paquete de seguridad pre-colisión con detección de peatones y ciclistas
  • 10 altavoces
  • Smart Entry + Push Start
  • Control de crucero adaptativo con función Stop&Go
  • Detector de ángulo muerto
  • Alerta de cambio involuntario de carril
  • Alerta de tráfico trasero
  • Llamada de emergencia E-Call
  • Apple Car Play
  • Navegador con indicación de tráfico en tiempo real
  • Reconocimiento de señales de tráfico
  • Frenada de emergencia automática con detección de peatones
  • Luces largas automáticas
  • Control de presión de neumáticos
  • Sensores de aparcamiento con función de frenado
  • Retrovisores calefactados y electrocromáticos
  • Alarma

Opinión del editor

Toyota Supra A90
  • Valoración del editor
  • Puntuación 4.5 estrellas
69.900 a 69.900
  • 80%

  • Toyota Supra A90
  • Reseña de:
  • Publicado el:
  • Última modificación:
  • Diseño exterior
    Editor: 90%
  • Diseño habitáculo
    Editor: 75%
  • Plazas delanteras
    Editor: 90%
  • Plazas traseras
    Editor: 0%
  • Maletero
    Editor: 80%
  • Mecánica
    Editor: 90%
  • Consumos
    Editor: 80%
  • Confort
    Editor: 85%
  • Precio
    Editor: 80%

Pros

  • Tacto deportivo
  • Utilizable a diario
  • Imagen exclusiva

Contras

  • Precio elevado
  • Interior poco "racing"
  • Un único motor disponible

Galería Toyota GR Supra


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