De los hornos de Aston Martin han salido algunos de los mejores deportivos de la historia. La especialidad de los ingleses es la de crear automóviles pasionales y una gran belleza. Adentrarse en el segmento de las berlinas es complicado, pero el Aston Martin Rapide consiguió demostrar que en Aston saben combinar lo mejor de varios mundos.
Mitad deportivo mitad berlina, el Rapide recoge su nombre del Lagonda Rapide, una versión de la primera y funesta ocasión en la que Aston Martin tuvo una berlina en su gama. Presentado oficialmente como prototipo en el Salón de Detroit de 2006, la unidad comercial tardaría unos cuantos años en salir a la venta, pues no lo hizo hasta el 2009.
A lo largo de los años el Rapide no ha conseguido conquistar los mercados, pues la tendencia ha virado hacia los SUV. De hecho, el final de su vida comercial se produce en 2020, en el mismo momento que surge la figura del Aston Martin DBX, el primer SUV de la casa y el que realmente conseguirá conquistar los mercados. Antes de esa desaparición los ingleses lanzan una versión eléctrica, un Rapide E con una producción limitada a solo 155 unidades.
Características técnicas del Aston Martin Rapide
El Rapide es en líneas generales un Aston Martin DB9 extendido y hecho berlina. Su diseño lo delata, pero hay más elementos compartidos con el predecesor del Aston Martin DB11, como por ejemplo la plataforma. Una estructura que para la berlina ha sido completamente revisada y acondicionada para cumplir con las nuevas medidas y los estándares de deportividad típicos de la casa.
Gracias a esas modificaciones hablamos de una berlina perteneciente al segmento F. Su tamaño nada discreto queda bien camuflado por un diseño elegante y atemporal. Exteriormente alcanza los 5,02 metros de largo, 1,93 metros de ancho y 1,35 metros de alto. A esas cotas hay que añadir una distancia entre ejes de 2,99 metros. Una batalla que le permite ofrecer un espacio interior para cuatro pasajeros.