Cuando Cupra se separó de Seat para crear una nueva marca, la duda sobre cuál sería su primer modelo era evidente. Podría ser el Cupra Ateca o el Cupra Ibiza. Finalmente fue el SUV quien tuviera el honor de ser el primer coche de la marca. Lo que no esperábamos en aquel momento es que no fuéramos a ver un Cupra Ibiza -pues incluso se presentó un prototipo-. En las últimas horas se ha confirmado el descarte del Ibiza.
Para los que disfrutamos con los vehículos deportivos pequeños, como el Suzuki Swift Sport, el Ford Fiesta ST o el MINI Cooper S, esta noticia es un jarro de agua fría. Son coches relativamente económicos que pueden hacernos divertir mucho. Tristemente, según ha confirmado el propio Luca de Meo, la decisión está tomada y no se lanzará un Cupra Ibiza.
Cupra se enfoca principalmente en la electrificación
Cupra parece tener las ideas claras, y aunque buscan deportividad y mejores terminaciones recurriendo a materiales de buena calidad, su enfoque en cuanto propulsión pasa por la electrificación en gran parte de su gama. El Ateca utiliza un motor 2.0 TSI de 300 CV, un propulsor veterano en el Grupo Volkswagen; pero, como decía, la estrategia principal de la marca va por la electrificación.
Prueba de ello es que en el Salón del Automóvil de Frankfurt, celebrado en el mes de septiembre, descubrieron el Cupra Tavascan. Es un prototipo de SUV eléctrico deportivo, con un claro estilo coupé y unas formas más que llamativas. No es un diseño cercano a la producción, pero como dice el refrán “cuando el río suena, agua lleva…”. Por su parte, el Cupra Formentor, un híbrido enchufable, sí está más cerca de producción.
¿Y cuál es la razón de no lanzar el Cupra Ibiza?
Muy probablemente, el principal motivo sea la rentabilidad. Los modelos deportivos no pasan ni mucho menos por su mejor momento. Bueno, en realidad pasan por uno de sus peores momentos. Tanto es así que las matriculaciones de este tipo de vehículos no paran de caer. Obviamente, los fabricantes no son tontos y, si los resultados de sus estudios dicen que las ventas van a ser ínfimas, no están dispuestos a perder dinero.
A lo anterior hay que sumar el tema de las emisiones contaminantes y las cada vez más estrictas leyes. Todos los fabricantes tienen miedo a las sanciones que les puedan llegar, que no son precisamente bajas. Coches deportivos con un sistema propulsor tradicional, no ayudan precisamente a ello. De hecho, los rumores recientes dicen que tampoco veremos un Renault Clio RS en esta nueva generación del utilitario galo.
Fuente – Autocar