El primer Mini de la historia nació en el año 1959 bajo el amparo de la firma inglesa British Motor Corporation (BMC) y estuvo en producción hasta el año 2000 dentro de Rover Group.
A lo largo de los 41 años que estuvo en producción se desarrollaron cuatro generaciones (Mark I a Mark IV) donde tuvieron cabida versiones míticas como las firmadas por Morris, deportivas como el John Coopers Works o peculiares como los Clubman y 1275 GT (1969 – 1980) de las que, tomando su esencia, nació la versión Clubman que conocemos actualmente.
La historia de Mini resurgió cuando BMW Group adquirió en el año 1994 al ya extinto Rover Group, pues cuando se deshizo de él en el año 2000 se quedó con la firma inglesa y desarrolló la primera generación del Mini moderno, conocido con el código R50 – 52 (versión Cabrio) – 53.
Características técnicas Mini Clubman
El Mini Clubman de segunda generación (conocido bajo el código interno F55) tiene una longitud exterior de 4,25 metros y una distancia entre ejes de 2,56 metros. La anchura se sitúa en los 1,80 metros y la altura en 1,44 metros.
Como ocurre en las versiones con carrocería Cabrio, 3 y 5 puertas (sobre la que está desarrollado) la plataforma sobre la que está fabricado el Clubman se denomina UKL. Esta base es la misma sobre la que está desarrollado el monovolumen compacto BMW Serie 2 Active Tourer y Grand Tourer.
La habitabilidad del compacto inglés no es de las más amplias de su segmento, pues aunque está homologado para 5 ocupantes, en la segunda fila difícilmente irán cómodos tres pasajeros, a menos que sean niños. Con todo, la capacidad de su maletero es de 360 litros situándose en la media del segmento.