No hay más que ver los problemas con las fabricación del Model 3 o los despidos de parte de la plantilla de Tesla, para ver que ser revolucionario tiene sus dificultades. La compañía estadounidense Faraday Future ya dio algún susto que otro con los problemas financieros que cancelaron la creación de su fábrica en EEUU. Sin embargo, no hay nada como tener un gigante chino detrás para conseguir el dinero necesario para la fabricación de su FF 91.
Los 1.700 millones de euros que ha recibido Faraday Future vienen del holding hongkonés Evergrande Health. Una cifra que hay que sumar a los 850 millones que recaudó la empresa mediante la venta de acciones. La inversión disipa las dudas de que el primer modelo de la marca, FF 91, vaya a ver la luz sin problemas de financiación. Si todo va bien, veremos la presentación de este coche a finales de este año.
El primer coche de Faraday Future
El FF 91, para el que ya hay 64.000 pedidos, estará alimentado por una batería de 130 kWh, es decir, la más grande en un coche eléctrico de producción. También estrenará el FF Echelon Inverter, un inversor de corriente patentado por Faraday Future que según ellos aventaja en mucho a los utilizados actualmente. —El inversor de corriente es una pieza clave para los motores eléctricos, que se encarga de transformar la corriente continua de la batería en alterna para los motores.
Según los responsables de la marca el FF 91 conseguirá 800 km de autonomía con una sola hora de carga. Y lo que también es lo importante: tendrá un cargador doméstico con el que podrá llenar la batería al 50% en menos de 4 horas y media sin necesidad de supercargadores de alta potencia.
El FF 91 se lanzará primero en EEUU, lugar de origen de Faraday Future, y en China, país que ha demostrado su interés por los vehículos eléctricos, tal como demuestra el último informe de la Agencia Internacional de Energía. La empresa abrirá instalaciones en Hanford, California y Nansha, Guangzhou. La primera de ellas es la elegida para sustituir a la planta que cancelaron en Nevada.