Al igual que la exitosa saga de James Bond, el Aston Martin DB11 mantiene viva una larga lista de modelos que le han precedido. Su estilo elegante y deportivo a partes iguales nos ofrece un Gran Turismo típico de la casa inglesa. Un coche que no solo enamora por su rendimiento, también por su imagen y su sonido.
Como ya hemos dicho, el DB11 es el último de una saga legendaria. La familia DB arranca en el año 1948 con el DB1, aunque en un primer momento fue catalogado como el 2 Litre Sport por las capacidades de su bloque motor. Sus siglas son un merecido homenaje a David Brown, uno de los directivos que más hizo por la marca a lo largo de sus años de trabajo.
Sin lugar a dudas, el modelo que lo cambió todo fue el Aston Martin DB5, el famoso coche de James Bond. A partir de ahí la familia tuvo un rotundo éxito, aunque los años no fueron tan buenos. No fue hasta el DB9 cuando la saga volvió a renacer en 2004, modelo al que muchos consideran como el salvador de Aston Martin. En 2016 el 9 se jubila dejando paso al DB11, siendo mejor en todos los aspectos.
Características técnicas del Aston Martin DB11
Con el objetivo de hacer un deportivo GT más usable para todos los días sin perder por ello capacidades dinámicas, los ingenieros de Aston Martin trabajaron desde la base creando una plataforma completamente nueva fabricada en materiales ligeros como el aluminio. Esa estructura se acompaña de elementos de última generación, como un diferencial electrónico de deslizamiento limitado, o una suspensión adaptativa.
El Aston Martin DB11 se comercializa en dos formatos diferentes. Un Coupé de techo rígido y un descapotable con techo de lona que recibe el apellido de DB11 Volante. Los dos ofrecen las mismas dimensiones exteriores: 4,75 metros de largo, 1,95 metros de ancho y 1,3 metros de alto para una distancia entre ejes de 2,8 metros. La única diferencia radica en el peso, siendo casi 100 kilogramos más pesado la unidad descapotable.