Dicen que las grandes esencias se venden en frascos pequeños. Con la deportividad suele ocurrir más o menos lo mismo. El Lotus Elise es el vivo ejemplo de ello. Un deportivo de pura cepa en la versión más pequeña que te puedas imaginar. Un clásico inglés que se sitúa como el modelo de acceso a la gama de Lotus.
La primera vez que el Elise pisó las carreteras fue en el año 1997, aunque fue presentado un año antes. Su nombre hace honor a la nieta del por entonces director de Lotus, Romano Artioli. A día de hoy el Elise es el modelo más vendido en la historia de la compañía gracias a las múltiples ediciones que se han ido lanzando con el paso de los años.
Actualmente el Lotus Elise alcanza su tercera generación, lanzada al mercado en el año 2011. Desde entonces pocas han sido las renovaciones que ha sufrido, aunque sí cabe destacar la multitud de versiones diferentes que Lotus ha ido lanzando. Actualmente la gama se divide en dos modelos, los dos con una carrocería de techo extraíble y habitáculo biplaza.
Características técnicas del Lotus Elise
La plataforma sobre la que está desarrollado el Elise está compuesta por aluminio extruido, pegado con resina epóxica y remachado para proporcionar mayor rigidez al conjunto. Gracias estos elementos y la forma en que están combinados le permiten reducir su peso significativamente. El chasis apenas pesa 70 kilogramos y el peso total del conjunto está siempre por debajo de los 1.000 kilogramos.
Exteriormente es uno de los modelos más pequeños del mercado pues mide 3,78 metros de largo, por 1,71 metros de ancho y 1,14 metros de alto. A esas cotas hay que añadir una distancia entre ejes de 2,3 metros, que se traduce en un habitáculo reducido para solo dos personas. Un espacio pequeño donde no hay grandes lujos al alcance de la mano.