McLaren estructura su gama de modelos en función del nivel de potencia que es capaz de entregar. La rama Super Series se inicia con el McLaren 720S. Un modelo que conocimos en el año 2017 y que desde un primer momento se ha postulado como uno de los superdeportivos más extremos del mercado. Siendo el sucesor natural del 650S.
Fue presentado en el Salón de Ginebra de 2017, e inmediatamente se adivinó la nueva filosofía de diseño de los de Woking. Su imagen se ha trabajado para que no solo sea un deportivo de alta belleza, también de efectivo rendimiento. Sin la presencia de grandes apéndices aerodinámicos fijos, toda la carrocería trabaja de forma activa para dirigir el aire a su gusto.
En 2019 llegó al mercado la esperada variante descapotable, el McLaren 720S Spider. Los dos modelos son el acceso a la gama Super Series, donde también cabe destacar la presencia del McLaren 765LT. Los tres emplean muchos componentes, incluyendo la plataforma y la mecánica, variando el rendimiento entre uno y otro.
Características técnicas del McLaren 720S
Las altas prestaciones y el alto rendimiento exigen una puesta a punto muy exigente que empieza por la preparación de una excelente base. El McLaren 720S emplea un chasis monocasco fabricado en fibra de carbono de mínimo peso y alta rigidez. Empleado con anterioridad en el McLaren P1, la estructura cuenta por primera vez con techo, haciendo el conjunto más seguro y rígido.
A pesar de su apariencia, los 720S y 720S Spider disfrutan de unas medidas compactas. 4,54 metros de largo, 2,16 metros de ancho y 1,2 metros de alto. A eso hay que añadir una distancia entre ejes de 2,67 metros que ubica justo en medio a los dos ocupantes que se pueden acoger en el interior. El peso total del conjunto alcanza los 1.494 kilogramos para el coupé y 1.543 kilogramos para el descapotable.