Audi RS, probamos toda la gama en circuito y en carretera

La familia Audi RS es el culmen de la deportividad y las prestaciones en la marca de los cuatro aros, siendo desarrollada por la submarca Audi Sport. Son modelos exclusivos para un perfil de cliente muy concreto, el cual no sólo busca que su coche sea tremendamente rápido y efectivo, sino que también se diferencie visualmente de la gama convencional.

A día de hoy, tienen la gama Audi RS más grande de la historia, con nada menos que 10 modelos y 14 carrocerías. Lógicamente sus ventas no son muy elevadas, aunque en 2021 se vendieron 368 unidades en España, que no está nada mal. Pero dejando estos detalles a un lado, como reza el título de este artículo, durante un par de jornadas hemos podido probar bien a fondo toda la gama Audi RS en circuito y en carretera.

Para ello, nos desplazamos hasta Pamplona. En el aeropuerto nos esperaba el equipo de la marca y un buen número de coches de esta familia, con los que inmediatamente nos pusimos rumbo al Circuito de Navarra, en Los Arcos. Para este trayecto por autovía creo que no escogimos mal, todo un Audi RS 6 con su V8 de 4 litros. 600 CV y un buen maletero para colocar mi maleta de cabina y la de mi compañero…

Antes de nada, una breve carta de presentación de la gama Audi RS

Pequeñitos pero matones

La familia Audi RS se puede dividir en varias partes. Por ejemplo, para empezar podemos hablar de los “pequeñitos pero matones”, como son los RS Q3 (normal y Sportback), RS 3 y TT RS. No te dejes engañar por aquello de que sean los menos potentes y más pequeños de todo el equipo RS.

Estos tres modelos recurren al fantástico bloque 2.5 litros turbo de cinco cilindros, el cual genera 400 CV y 500 Nm de par máxima. Todo ello adornado con una melodía embriagadora que te pide llevar el régimen de giro constantemente en la zona alta del cuentavueltas. Siempre vienen con tracción quattro y con cambio DSG de 7 marchas. La gran novedad es el RS 3, del que ya te contamos muchos en esta reciente prueba con vídeo.

Elegantes, polivalentes y equilibrados

Luego están los “elegantes, polivalentes y equilibrados”, que no son ni más ni menos que los Audi RS 4 Avant, RS 5 Coupé y RS 5 Sportback. Mi favorito de estos tres es el RS 4 familiar, aunque no le haría ningún a casco a sus dos hermanos. Todo depende de las necesidades de cada persona en cada momento, pero es cierto que estos tres son los menos alocados del grupo.

Bajo el capó llevan un V6 TFSI de 2.9 litros con 450 CV y 600 Nm, capaz de catapultarlos hasta los 280 km/h. La tracción es quattro y el cambio un Tiptronic de 8 marchas, que les permiten pasar de 0 a 100 en 3,9 segundos en el caso del RS 5 (0,2 segundos más para el familiar RS 4 Avant).

Los brutos vigoréxicos

El siguiente escalón es el de “los brutos de la clase”, los malotes sin demasiado conocimiento. Hablo de los Audi RS 6 Avant, RS 7 y RS Q8. Coches enormes y elegantes que sufren de vigorexia. Bajo mi punto de vista, y aunque me encantan, creo que son los menos sensatos de toda la gama. Y ojo, que realmente sensatos no hay ninguno en toda la gama, pero a estos tres no les veo sentido más allá de la Autobahn y el “postureo”.

Sí, son muy potentes, pero para mi gusto demasiado grandes. No te permiten disfrutarlo en alguna carretera de curvas porque ocupan todo el carril, mientras que su peso los castiga mucho en circuito cerrado. Un enorme V8 TFSI 4.0 con 600 CV y 800 Nm los puede mandar hasta los 305 km/h, que se dice pronto. El cambio vuelve a ser el Tiptronic y la tracción a las cuatro ruedas.

El cielo de los coches

Por último, “el cielo de los coches”, que se divide en el Audi R8 y el nuevo orientado al futuro, el RS e-tron GT. Empezando por el R8, una pena que este coche se acabe. Está disponible en carrocería Coupé y Spyder, además de con tracción quattro para 620 CV de su 5.2 atmosférico y propulsión trasera con 570 CV. Escuchar el sonido de su V10 a fondo es terapéutico.

El primer RS eléctrico de la historia es el Audi RS e-tron GT, un coupé de cuatro puertas con una pegada brutal. Y es que hablamos de 646 CV a pleno rendimiento y 830 Nm de par, con tracción a las cuatro ruedas. Su velocidad máxima es de 250 km/h y puede hacer el 0 a 100 en 3,3 segundos. Ya lo probamos hace algún tiempo y nos dejó completamente boquiabiertos.

Prueba en carretera

El plato fuerte de esta jornada era el circuito, pero antes hablaremos del comportamiento en carretera. Lógicamente no pudimos probar toda la gama por tiempo, pero creo que escogimos en nuestros trayectos por la vía pública. Audi RS 6 Avant, Audi TT RS y Audi R8 Coupé V10 Performance RWD. ¡Un garaje perfecto, vaya!

Audi RS 6

La mayor parte del recorrido con el Audi RS 6 fue por autopista, el entorno ideal para este enorme familiar con 600 CV. Es impresionante la patada que tiene este coche cuando aceleras a fondo, y da igual la velocidad que inicial que llevas cuando pegas el zapatazo. Te deja totalmente pegado al asiento. Es un coche muy salvaje.

Luego también hay que considerar que es un coche grande. Es cierto que lleva eje trasero direccional que mejora la capacidad de giro a baja velocidad, pero sigue siendo un vehículo de grandes dimensiones que no te permitirá aparcar en muchos parkings por su longitud, mientras que has de tener en cuenta también su gran anchura, especialmente en carreteras estrechas y calles donde ocupas prácticamente todo el carril.

Como decía más arriba, este tipo de coches no son los más sensatos para viajar, al menos por España. En las Autobahn alemanas debe ser otra cosa, porque lo cierto es que ir a 120 km/h con él parece un sacrilegio. El Audi RS6 te pide más, muchísimo más, tanto que con sólo unos segundos de pie a fondo en la vía pública pueden llevarte directamente a la cárcel. Ten en cuenta que cubre el 0 a 100 en 3,6 segundos…

Audi TT RS

Otro recorrido, en este caso de más diversión por carreteras reviradas y parajes muy bellos de las provincias de Logroño y Pamplona, lo hicimos con el TT RS. Es un viejo conocido de Actualidad Motor, pues ya lo probamos años atrás. ¡Cómo se disfruta este coche!

Coupé, pequeñito, muy pegado al suelo, agresivo en modo Dynamic y dócil en modo Comfort, y todo ello con el 2.5 TFSI de 400 CV. Además, con una melodía muy bonita que se amplía al pulsar el botón con el símbolo del escape en la consola central, el cual ordena la apertura de las válvulas del escape. Complicado evitar la sonrisa, porque además suena mucho más que el Audi RS 3 que probamos recientemente.

El tramo ratonero de curvas es su hábitat, como también lo es circuito. Enlaza las curvas con una precisión pasmosa, girando plano en todo momento y con una motricidad difícil de digerir para nuestro cerebro. La dirección es realmente rápida, tiene el peso ideal y llega a informar del límite de adherencia cuando te aproximas a él. El Audi TTRS es una auténtica delicia que, por desgracia, va a desaparecer muy pronto del mercado junto a toda la gama TT. Créeme, lo echaremos de menos muy pronto.

Audi R8 V10 Performance RWD

De vuelta hacia el aeropuerto antes de regresar a casa, nos dimos el último homenaje con un coche que también está cerca del final de su producción, el emblemático Audi R8. Además, en esta presentación la marca de los cuatro aros llevó una versión muy especial, el Performance RWD, o lo que es lo mismo, la versión de propulsión trasera con 570 CV. Sólo le faltaba ser el Spyder, la carrocería descapotable.

Guardo muy buenos recuerdos del R8 que probamos hace ya 5 años durante toda una semana, así como las otras veces que he podido conducirlo en distintos eventos de la marca. Ese sonido del V10 atmosférico cantando tras nuestra cabeza permanecerá en nuestros recuerdos hasta el final de los días. Y sí, siempre acelera el pulso sentarse en él y apretar el botón de arranque.

No os voy a engañar, este último tramo por carretera fue un corto paseo con algunas travesías, acelerando a fondo al salir de alguna localidad para estirar su 5.2 V10 y sentir los 570 CV en nuestra espalda. Este coche no es práctico, aunque como pude comprobar en mis propias carnes cabe una maleta de cabina en su minúsculo maletero delantero de 112 litros para disfrutar de un fin de semana en pareja.

Ahora sí, al circuito con la gama Audi RS

Hablemos ahora de las horas de conducción en circuito. La firma alemana ponía a nuestra disposición el Circuito de Navarra, en Los Arcos. Un trazado muy poco aprovechado y desconocido, con buen asfalto, más que suficientes escapadas de seguridad y zonas muy diversas, con un primer sector muy rápido, zonas medias y otras más reviradas, combinando también curvas largas con ángulos bruscos. Además, con cambios de altura suaves.

Coches muy potentes, un circuito divertido y varias tandas con diferentes modelos, llevando delante de nosotros pilotos profesionales haciendo de coche liebre para mantener todo bajo control. En mi caso, tuve la suerte de que ese instructor era ni más ni menos que Luis Villamil, muy conocido por sus hazañas en los circuitos desde los años 80.

Empezamos con el Audi RS 4 Avant

No es que el Audi RS4 sea el coche más enfocado para circuito, pero te permite divertirte y todo ello con un comportamiento bastante noble. Se aprecian las inercias en las frenadas más fuertes y en las curvas más largas de velocidad alta, moviéndose lo justo pero teniendo una gran sensación de control en todo momento.

Gracias a la tracción a las cuatro ruedas, los 450 CV se canalizan bien al asfalto, pudiendo acelerar relativamente pronto antes de poner el volante prácticamente recto. Hay que marcar los tiempos y cada parte (frenada, búsqueda del vértice y aceleración) de la curva, pero no es ni mucho menos un coche exigente. Te permite ir rápido aunque tu técnica no sea ni mucho menos cercana a la de un piloto profesional.

Audi RS 7, mucha aceleración pero con tiento en las curvas

Reconozco que tenía ganas de probar el Audi RS 7 o el Audi RS 6 también en pista. Sabía que el peso y las dimensiones no son las ideales, pero quería ver de qué eran capaz en un circuito y qué se sentía buscando los límites en curvas rápidas y al apurar frenadas para los virajes más lentos. Así que, en cuanto pude me subí al Audi RS7 con su V8 TFSI de 4.0 litros y 600 CV.

Todo pasa muy rápido al acelerar a fondo, disfrutando del sonido de su motor y de la capacidad de tracción que tiene este coche tan bestia. Pero claro, ¿cómo se desenvuelve en las curvas? Para ir rápido en este coche hay que pararlo mucho antes de iniciar el giro, meter volante con decisión y tener paciencia a la hora de acelerar. Es mejor esperar un poquito para deshacer volante y así garantizarnos que podemos pisar el pedal derecho casi de golpe. De lo contrario, abriría la trayectoria y perderíamos la línea ideal.

En las curvas de velocidad elevada y en cambios de dirección rápidos, tenemos que ser conscientes en todo momento del peso que tiene este coche, que son más de 2.000 kilos. Hay que ser suaves si no queremos cambiar de pesos repentinamente. Si lo hacemos mal, ahí están las ayudas electrónicas para sacarnos del aprieto, pero lógicamente perderemos tiempo.

Audi RS 3, el más divertido de la saga

Por último, nos montamos en el Audi RS3, la última novedad de Audi Sport y, bajo mi punto de vista, el RS más divertido de todos; o al menos de cuantos yo he probado en todos estos años, que no han sido pocos. Me dejó muy buen sabor de boca hace apenas unas semanas cuando lo probé por carretera, pero deseaba probarlo en pista. De hecho, hasta hubo alguna que otra carrera (a pie) por el pitlane para subirse en él.

Cinturón, modo RS Performance y a disfrutar. Sin duda, este Audi RS 3 gira mucho mejor que el RS 4 y el RS 7. Es mucho más rápido a nuestras órdenes de volante y pedales, se siente bastante más ligero y te sorprende por lo pronto que puedes dar gas. Ese nuevo diferencial Torque Splitter trasero es una obra maestra.

Lo bonito del RS 3 es que gracias al diferencial posterior te ayuda a redondear la curva en la salida, lo que te permite acelerar pronto y jugar con el acelerador para hacerlo girar. Es realmente eficaz, pero lógicamente si eres algo brusco en ese primer contacto con el pedal derecho puede derrapar demasiado. Es divertido y novedoso ese detalle de salir deslizando ligerísimamente, además de efectivo.

En conclusión

Si te preguntas cuál es el mejor coche de calle de Audi Sport, mi respuesta sin lugar a dudas es el Audi RS 3, seguido inmediatamente por el TT RS. Los RS 6 y 7 son un espectáculo visual y tremendamente rápidos en aceleración, pero sinceramente no tienen demasiado sentido ni en circuito ni en carretera abierta. De hecho, tras esta jornada veo más razonables los S6 y S7 que sus monstruosos hermanos, por aquello de ser diésel (sí, has leído bien) y más económicos.

Pero, si fuese asquerosamente rico y ya tuviera un RS 3 o un TT RS en mi garaje y buscara un familiar, ¿quién sería yo para decirle que no a un RS6? Por último, reconozco haberme quedado con ganas de probar el Audi RS e-tron GT en circuito, una lástima que, en esa ocasión, otro compañero estuviera más ágil que yo.

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