Ya son varias las marcas del Grupo Volkswagen que han comenzado sus andanzas en los vehículos eléctricos y Seat no quiere ser menos. La marca española va a presentar su propio coche 100% eléctrico en las próximas semanas. Que según sus responsables, tendrá una autonomía digna del mismísimo Tesla Model 3.
La presentación oficial está programada a finales de febrero y probablemente podamos verlo también en el Salón del Automóvil de Ginebra que se celebra en marzo. Este eléctrico, todavía sin nombre, estará hermanado con el ID compacto de Volkswagen y también utilizará la plataforma para vehículos eléctricos MEB. Una arquitectura sobre la que se construirán todos los eléctricos que el grupo lanzará durante los próximos años.
Una autonomía de primer nivel
Según los responsables de la marca: «Seat está dando un paso adelante para mejorar la movilidad eléctrica, y nuestro primer vehículo eléctrico contará con una autonomía de 500 km». Misma cifra citada por Skoda y Volkswagen para sus próximos eléctricos.
Si todo va bien, el coche eléctrico de Seat llegará a los concesionarios en 2020, convirtiéndose de esta manera en el primer eléctrico puro de producción de la marca. La versión eléctrica del Mii, que se esperaba como el gemelo del Skoda e-Citigo y del Volkswagen e-Up, ha perdido prioridad dentro de la agenda de la empresa. El jefe de I+D de Seat, Matthias Rabe, dijo que el pequeño urbano ahora está «menos claro».
Con estilo de ‘crossover’
Se conocen pocos detalles del eléctrico de Seat, pero según la descripción dada por la marca será algo más alto que el Volkswagen ID, pero más bajo que el SUV eléctrico de Skoda. Unas características que probablemente lo sitúen en el segmento de los crossover.
El primer eléctrico de producción de Seat vendrá en medio de la reciente remodelación de gama que experimentan varias marcas del Grupo Volkswagen. Por ejemplo, la reciente introducción del SUV de gran tamaño Tarraco, la futura aparición del Skoda Kamiq y la remodelación del Volkswagen Tiguan. Además, el Seat Toledo acabará desapareciendo de los concesionarios.
Poco después llegará la cuarta generación del León, que según el jefe de diseño, Alejandro Mesonero, ya llevará el mismo lenguaje de diseño que el eléctrico de Seat. En referencia a esta evolución en el aspecto de sus modelos, el directivo declaró que: «a veces es necesario dar un gran paso para no quedarte obsoleto”.
Y de propina un híbrido enchufable…
El nuevo Seat León también estrenará el primer propulsor híbrido enchufable de la marca, según reveló el propio Rabe. No se han publicado detalles del tren motriz, pero se espera que comparta una versión actualizada del utilizado en el Volkswagen Golf GTE.
El próximo León también incluirá lo que Rabe describió como una «tecnología y una interfaz de usuario fantásticas». Ambas son parte del nuevo sistema multimedia de entretenimiento que, según la marca, será líder en su clase y que acabará implementándose en el resto de la gama.
Seat también ha querido dejar claro que «seguirá comprometida con los motores de combustión interna» cuando lleguen los motores eléctricos a sus modelos. Además, también seguirá ofreciendo motores de combustión interna alimentados por GNC con pegatina medioambiental ECO.
Los eléctricos de Seat hasta la fecha
La apuesta de Seat por los coches eléctricos quedó patente con el desarrollo del eléctrico deportivo Cupra e-Racer, que fue presentado en el Salón de Ginebra del año pasado. Aquel deportivo, ya bajo la submarca Cupra, estaba montado sobre la plataforma de un Seat León convencional. Aunque poco quedaba de su mecánica después de que le fueran extraídos el motor y la transmisión, para meter la batería y los dos motores eléctricos.
El prototipo IBe (concept de las imágenes de este artículo) también fue una muestra de las intenciones de Seat de llevar a la calle un coche 100% eléctrico. Aquél modelo presentado en 2010 adelantaba el diseño del Seat León de tercera generación, pero con aspecto de coche eléctrico, por la carencia de parrilla y tubos de escape. Lo mismo ocurrió con el Seat IBX Concept de 2011. Un coche tipo SUV que lucía los mismos elementos de diseño que su hermano compacto y que marcaría el camino del Seat Ateca.
Poco después en aquel mismo año la marca presentó otro prototipo eléctrico. Aunque esta vez más centrado en su aplicación práctica que en el diseño. El Seat Altea XL Electric Ecomotive Concept era un monovolumen exactamente igual a la versión con motor de combustión, pero con un motor eléctrico en su interior. Lo único que permitía diferenciarla del resto de versiones era la placa de color blanco en lugar de la calandra y las letras de vinilo que recorrían sus puertas y su capó.